El aeropuerto de Castellón transportó de enero a septiembre un 12% más de pasajeros que en el mismo periodo del año pasado, hasta un 23% más durante los meses de verano. Sin embargo, estas cifras no indican el volumen de movimiento de aeronaves que se registra en la base de Benlloc, que se ha triplicado de un año a otro, de 1.551 a 4.666. La causa hay que buscarla en las actividades complementarias puestas en marcha en los últimos meses en el recinto.

Una tendencia hacia la que ya apuntaba el plan estratégico del aeropuerto, que marca la conveniencia de «diversificar la actividad de la instalación», manteniendo el tráfico de pasajeros, por supuesto, como eje central.

prácticas // En primer lugar, operan dos escuelas de vuelo que tienen base en Benlloc: Panamedia, que está desde el verano del 2018 y dispone de un centenar de alumnos que realizan sus prácticas en el aeropuerto; y Skyborn, funcionando desde final de agosto de este año con 60 alumnos. La escuela de pilotos Airpull Aviation, basada en Requena, realiza también prácticas.

Otro factor que explica que se hayan triplicado los vuelos es que dos aerolíneas (Iberia y Air Nostrum) realizan entrenamientos en el aeropuerto, así como que funcione como base de los medios aéreos de extinción de incendios de la Generalitat.

Por otra parte, aunque generan una menor actividad, dos empresas se dedican al reciclaje de aviones en el aeropuerto. Ambas tienen en la actualidad una docena estacionados allí.

incremento // De enero a septiembre, 105.021 pasajeros utilizaron el recinto, por los 93.269 de ese mismo periodo del 2017. La temporada estival --considerada de junio a septiembre-- vio pasar por el aeropuerto a 63.452 viajeros, por los 51.560 del año anterior.