Una de las vías para reducir la factura que deberán pagar los ayuntamientos después de la puesta en marcha de las desaladoras de Orpesa y Moncofa --prevista para marzo como avanzó este diario--, es sumar usuarios a la planta, con lo que se conseguiría repartir tanto los gastos de uso como de amortización --aunque este último quieren que lo asuma el Estado--. Es por ello que, tanto Acuamed como Moncofa, Xilxes, Benicàssim, Orpesa y Cabanes, están planteando diversas posibilidades cara al futuro, entre las que sumar a más ayuntamientos, abastecer a empresas o vender los excedentes a usos agrícolas, como las más probables.

Según ha podido conocer Mediterráneo, la sociedad pública ha ofrecido durante las últimas fechas sumar a Castellón y Torreblanca al suministro de Orpesa, mediante la construcción de más conexiones subterráneas. En el caso de la capital de la Plana, se uniría a la conducción que nutre a Benicàssim. Esta opción se planteará a otras localidades colindantes a ambas plantas, indican las mismas fuentes.

También existe la posibilidad de que el exceso de suministro puntual «sea utilizado para usos agrícolas», tal como explica el concejal de Urbanismo de Orpesa, Tomás Fabregat, aunque señala que hasta que no se ponga en marcha la desaladora no se podrá determinar cómo y a qué precio ofertar este sobrante.

Desde Moncofa, su alcalde, Wenceslao Alós, explica que ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) derechos sobre otros 300.000 metros cúbicos de agua --al margen del suministro pactado para la población--, «porque de esta manera tendremos la posibilidad de dar servicio a las empresas interesadas en instalarse en el polígono industrial Casablanca, así como para los negocios turísticos que pueden estar interesados en trabajar en la playa».

Alós hace referencia al reciente interés de una empresa y de un cámping por establecerse en la localidad, lo que no pudieron hacer por no haber suficiente agua de abastecimiento para cubrir sus necesidades, indican desde el Ayuntamiento. Además, el tramo de consumo más alto, el que corresponde a las empresas, tendrá un coste menor que el actual con el uso de agua desalada.