El acusado de robar en la casa en la que vivía un matrimonio mayor en Vila-real y de asesinato e intento de asesinato por haber agredido a la pareja ha declarado este lunes no haber estado en el lugar de los hechos ya que en esa fecha se encontraba en Rumanía.

El acusado ha declarado en el juicio que ha tenido lugar en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón por estos hechos ocurridos en mayo de 2011.

La Fiscalía solicita una pena de 33 años de prisión al considerarle autor de un delito de asesinato -ya que la mujer falleció varios meses después de la agresión- y de intento de asesinato ya que el hombre resultó gravemente herido y padece secuelas severas.

Además, la acusación pública le considera presunto autor de un delito de robo por haber sustraído joyas del domicilio valoradas en 3647 euros.

A preguntas de la fiscal sobre su declaración en las fases de instrucción e investigación -en las que dijo haber estado en el lugar de los hechos-, el acusado ha dicho que se encontraba "muy atormentado tras su detención y se pudo equivocar" y confundirse con respecto a otro robo de maquinaria que había cometido.

La primera testigo en declarar, una vecina en cuyo testimonio se sostiene la acusación del Ministerio Fiscal, ha explicado que en la noche en que se produjeron los hechos escuchó golpes, gemidos y pisadas fuertes y salió a ver qué sucedía.

Ha relatado que por las escaleras del edificio vio bajar a dos hombres, el primero de ellos encapuchado y con una barra de hierro en la mano y el segundo con la cara descubierta, y reconoció el rostro del segundo -el acusado por los hechos- en las fotografías que le mostró la policía y en una posterior rueda de reconocimiento.

Sin embargo la mujer ha afirmado no estar segura de que el hombre que vio bajar por las escaleras y el acusado presente en la sala fueran la misma persona.

También han declarado en calidad de testigos los agentes de la Policía Local y la Policía Nacional que acudieron al lugar de los hechos.

Los agentes han resaltado las evidentes muestras de agresión y numerosas lesiones que presentaba el matrimonio de avanzada edad, ambos aturdidos y en estado de shock tras la agresión, por lo que no pudieron proporcionar ninguna información sobre los agresores.

Asimismo han señalado que en la casa no había signos evidentes de que se hubiera producido un robo, como cajones revueltos y que incluso observaron que a la vista había objetos de valor.

Los agentes han explicado que hubo un hecho que les llamó la atención por su rareza, ya que encontraron excrementos sobre la tapa del váter en el cuarto de baño.

Los peritos han explicado que la causa de la muerte de la mujer, que estuvo tres meses en coma y finalmente falleció, se debió a "una isquemia y las complicaciones de una diabetes tipo 2" pero "no se ha podido considerar una relación causal directa entre la agresión y su fallecimiento".

No obstante, una perito ha relatado las graves lesiones que sufrió la pareja, que podrían haber sido causadas por una barra de hierro o cualquier objeto contundente y que han dejado al hombre en silla de ruedas e incapacitado también psíquicamente.

En sus conclusiones, la fiscal considera que durante el juicio ha quedado probada la autoría del acusado así como que la agresión pudo haber acabado con la vida de las dos personas.

Por contra, la abogada de la defensa considera que no ha quedado demostrado el robo, ni que su representado estuviera allí, ni que haya "prueba de cargo para considerar los delitos como asesinato".