Castelló tiene un atractivo turístico no lo suficientemente conocido como es un refugio antiaéreo. Un lugar cargado de simbolismo y ubicado bajo tierra que se une a su casco antiguo, rutas urbanas, museos, playas o sus espacios naturales.

En concreto se trata del Refugio Antiaéreo de la plaza Tetuán, uno de los cerca de 300 refugios privados y 43 públicos construidos en la ciudad para proteger a la población de los 44 bombardeos que ésta sufrió por aire y mar durante la Guerra Civil española. Los bombardeos dejaron a su paso un saldo de 160 víctimas, además de centenares de heridos y decenas de viviendas y edificios destruidos.

Este refugio, al que se accede a través de una escalera que llega a los 13,20 metros de profundidad, fue construido en 1937 y posteriormente rehabilitado y reforzado en 1952. Sin embargo, ha debido pasar más de medio siglo para que comenzara a funcionar como un museo que, a través de imágenes y paneles, trata de explicar a los visitantes cómo fueron las condiciones de vida de los cientos de refugiados que allí se escondían.

Mostrar los horrores de la guerra es una buena manera de contribuir a consolidar la cultura de la paz, de ahí que el Ayuntamiento de Castelló financiara en 2018 la recuperación de este emblemático refugio, invirtiendo 180.000 euros entre la rehabilitación y la posterior museización del espacio.

El museo del Refugio Antiaéreo de la Plaza Tetuán es una obra que está integrada en el futuro Museo de la Ciudad de Castellón (MUCC), y puede visitarse de forma gratuita de martes a sábados, de 16:00 a 19:00 horas, y los domingos de 10:00 a 14:00 horas.