La prevalencia de mujeres con discapacidad o problemas de salud mental que sufren violencia machista triplica a la de la población general y si además presentan conductas adictivas «se dispara» el riesgo de sufrirla. Así lo expuso ayer la consellera de Igualdad, Mónica Oltra, quien junto a la consellera de Sanidad, Carmen Montón, presentó un acuerdo de colaboración para ofrecer «una atención específica a mujeres en situaciones muy vulnerables, como son una enfermedad mental o con conductas adictivas que estadísticamente tienen un mayor riesgo de sufrir maltrato».

El acuerdo se enmarca en el pacto valenciano contra la violencia de género y el pacto por la salud mental, y pretende activar un protocolo de atención específica para las féminas que, además de tener un problema de violencia machista, presentan un problema asociado de conductas adictivas o de salud mental.

Según fuentes de la Generalitat, tres de cada cuatro mujeres con trastorno mental grave han sufrido violencia en el ámbito familiar o en la pareja alguna vez en su vida. Montón manifestó que las mujeres con problemas de salud mental, incluidas las adicciones, «constituyen un grupo de especial vulnerabilidad, ya que la probabilidad de sufrir violencia de género es de 2 a 4 veces mayor que el resto».