La pandemia ha generado una grave crisis sanitaria que ha derivado en una recesión económica y ha situado en una situación complicada, a nivel social, a miles de familias. Para intentar mitigar los efectos negativos, desde las administraciones, especialmente el Gobierno central, se han puesto en marcha diferentes medidas de calado, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para frenar la destrucción de puestos de trabajo o el reciente Ingreso Minimo Vital. El problema se está detectando en la tramitación de estas prestaciones debido a la gran avalancha de solicitudes. Los sindicatos alertan de que no hay suficiente personal público para atascar el «embudo» generado, lo que ya está provocando retrasos en los pagos correspondientes.

Estas tramitaciones y actuaciones se unen a otras de índole sanitaria y social que ya arrastraban gran colapso antes de la pandemia, como las listas de espera quirúrgicas o las resoluciones de las ayudas a la dependencia, que ahora se han visto aún más agravadas. De igual modo, la declaración del estado de alarma ha marcado la campaña de la declaración de la renta del 2019.

Por tanto, estos son algunos de los ejemplos que constatan que la Administración encara la nueva normalidad desbordada, primando los trámites telemáticos, y limitando la atención presencial a las citas previas, lo que genera ciertos problemas en la atención al ciudadano.

Ingreso mínimo vital

Desde este pasado lunes, las cerca de 10.000 familias que calcula el Gobierno que pueden beneficiarse del salario mínimo vital en la provincia ya pueden solicitarlo, a través de internet, correo postal o mediante cita previa en las oficinas de atención del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), encargado de su gestión. «Está habiendo un goteo constante, no acumulaciones porque se da una hora de atención, pero previsiblemente habrá un embotellamiento del trabajo telemático durante uno o dos meses», apuntaron desde CSIF.

Y es que donde sí se han visto colas al respecto ha sido en los Servicios Sociales de los ayuntamientos, ya que las personas que están pasando dificultades han ido allí pensando que era el lugar para tramitar dicha ayuda, como explica el presidente del Colegio de Trabajo Social de Castellón, Jaume Agost, quien insistió en que debe ser el INSS quien se encargue de esta gestión. De todos modos, dado el elevado número de peticiones que se prevén, el Gobierno ya ha pedido colaboración a los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes para su tramitación. Así, la burocracia de esta medida se antoja conflictiva, aunque el responsable de UGT en Castellón, Francisco Sacacia, es partidario de esta colaboración para agilizar.

Ertes

El sistema «no estaba preparado» para la elevada presentación de ERTE en tan poco tiempo. Para ello, desde la Conselleria se contrató a 12 trabajadores de refuerzo para resolver todas las solicitudes de modo telemático. «Se ha trabajado hasta los domingos, con una gran sobrecarga, para resolver cuanto antes», indicó el secretario general de CCOO en Castellón, Albert Fernández. Ahora los retrasos se localizan en los pagos. Según datos recientes de la Seguridad Social, 10.427 castellonenses afectados por ERTE han vuelto al trabajo. Asimismo, a fecha de 7 de junio, Castellón contaba con 42.870 empleados afectados por 7.821 expedientes. Los ERTE los resuelve la Conselleria de Economía, a través de Labora, pero es el Servicio Estatal de Empleo (SEPE) el encargado de abonar las cuantías estipuladas.

Renta

Otra tramitación que está ahora en marcha es la campaña de la renta, que arrancó en pleno confinamiento, y está siendo ahora en la desescalada y a las puertas de la nueva normalidad cuando se puede realizar de forma presencial en las oficinas de la Agencia Tributaria, eso sí, mediante cita previa. Muchos de los 250.000 contribuyentes castellonenses ya la han formalizado vía telemática, pero también hay quien ha esperado al último momento para poder completarla con la ayuda de los técnicos de Hacienda.

Listas de espera sanitarias

También la administración sanitaria está desbordada. Tras hacer frente al brote de coronavirus, ahora el sistema debe dar salida a los cerca de 9.000 castellonenses que esperan pasar por quirófano, y cuya demora ha ido en aumento por la paralización de la actividad quirúrgica. Para aliviar el atasco ya se están derivando pacientes a la sanidad privada.

Dependencia

El retrado ya era un problema en las resoluciones de la dependencia, pero ahora se ha agudizado. En los últimos tres meses la lista de espera ronda las 2.500 personas y se han tramitado 1.074 solicitudes nuevas que esperan respuesta. Los ayuntamientos ya han retomado las valoraciones, pero el atasco se genera, especialmente, en la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que es la que resuelve.