El aeropuerto de Castellón presentó ayer las líneas maestras de un plan estratégico a cinco años vista que contempla como objetivo fundamental llegar al medio millón de pasajeros en el 2023. Para ello, la sociedad pública Aerocas prevé incrementar el número de rutas centrándose sobre todo en los grandes países europeos. Asimismo, también se proponen otras posibilidades de negocio que van en la línea de aprovechar al máximo la infraestructura situada en Vilanova d’Alcolea.

El documento, que presentaron ayer el secretario autonómico de Turismo y presidente de Aerocas, Francesc Colomer, y el director general de la sociedad pública, Serafí Bernat, fija como mercados de interés turístico preferente Reino Unido y Alemania, así como otros países europeos importantes, caso de Holanda, Bélgica, Italia o Francia.

En los próximos meses se propondrá a Aerocas la creación de un comité de rutas --una idea que no es nueva, pero que hasta ahora no se ha puesto en marcha-- en la que tendrían presencia los empresarios del sector, instituciones como el Consell y la Diputación de Castellón y otros expertos. Este organismo será el encargado de definir las «rutas idóneas», fijando las conexiones con las ciudades más interesantes desde el punto de vista turístico. Otra de las prioridades es la conexión con un gran hub internacional, preferentemente Madrid.

MÁS CRECIMIENTO // Para alcanzar las cifras que propone el estudio, el aeropuerto deberá crecer a un ritmo más elevado que en el 2017, cuando llegaron a Castellón 144.221 pasajeros, lo que supuso un incremento de unos 40.000 usuarios respecto al ejercicio anterior. Entre 2018 y 2023, la terminal debería crecer a un ritmo medio de 71.000 viajeros por año para llegar al medio millón. Esto, según los responsables del estudio, supondría un impacto económico anual sobre el territorio de 76,5 millones de euros, contribuyendo a garantizar la viabilidad del aeródromo y a desestacionalizar el turismo provincial. Eso sí, Serafí Bernat dejó claro que un plan estratégico «se puede revisar» y que habrá un «proceso periódico de reevaluación» en función de los resultados obtenidos.

La hoja de ruta, que ha recopilado la opinión de especialistas internacionales y de expertos de cuatro universidades valencianas, apuesta por el desarrollo de actividades complementarias al tráfico comercial. En este sentido, el informe propone la especialización en el mantenimiento y reparación de aeronaves, un servicio que ya se realiza pero que, para ser ampliado, necesitaría del desarrollo de la zona de actividades complementarias (ZAC). Próximamente, encargarán la redacción de su plan especial, paso previo a la urbanización de la misma y a la posible instalación de empresas.

Asimismo, destacan el potencial del aeródromo castellonense como base para aeronaves de emergencia y de extinción de incendios, así como la opción de acoger «en un tiempo no muy largo» una escuela de vuelo.