La afición taurina ha asumido el aplazamiento de la Feria con la cordura que le caracteriza. Invadida de tristeza, pero ilusionada de nuevo con el total convencimiento de que habrá toros en 2020 en Castelló. Y si hay toros, ahí estará la afición, respondiendo a una de las mejores ferias que se había programado de los últimos años. No puede haber Magdalena sin toros, pues las fiestas perderían uno de sus mejores atractivos y una gran fuente de ingresos.

La Tauromaquia no solo tiene un valor cultural y social, sino que también supone una innegable fuente de riqueza en la economía de la ciudad. Y es que uno de los últimos informes elaborados por la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet), los toros generan en Castelló un impacto de 5,6 millones de euros. La afición es optimista y quiere toros.

«Los clientes que han cancelado sus reservas de habitaciones en el hotel, confío en que volverán porque son muy fieles a la feria taurina y además este año los carteles tienen muchos alicientes», admite la presidenta de la Cámara de Comercio, Lola Guillamón, propietaria del Hotel Doña Lola, que goza de un gran ambiente taurino. «Espero que la Feria se celebre al completo y que sea pronto, cuanto antes, mejor», apuntó a este diario Guillamón.

Desde la Escuela Taurina, responsable de las dos novilladas sin picadores programadas en el ciclo, se respira optimismo y tranquilidad. «Confiamos en que sí habrá feria y desde esta institución estamos trabajando para mantenerlo todo igual». «Los chavales que iban a torear siguen estando ilusionados y confían en que podrán hacer el paseíllo dentro de unas semanas», explica Javier Muñoz, asesor de la Escuela. «Le hemos mostrado a la empresa nuestro apoyo y estamos respaldándoles en todo para seguir adelante porque para nosotros es algo muy importante».

El artista Ripollés ha exagerado la medida y con la ironía que le caracteriza asegura: «No hay más remedio que admitirlo». «Lo que hace falta es poner vacunas para curarnos del miedo, pero nosotros, los aficionados, cuando sea y como sea acudiremos a los toros». «El cartel de este año me gusta mucho, por eso, si se hace la feria más adelante y coincide con alguno de mis viajes a China o Japón, volveré para no perdérmela», añade el pintor.

«MEDIDA NECESARIA» Por su parte, el ganadero y empresario Manolo Beltrán resalta que el aplazamiento de la Feria «ha sido una medida necesaria. Lo primero de todo es la salud, pero es una pena porque los carteles eran muy buenos». «Ojalá se den las mismas combinaciones».

El doctor Ramón Jiménez, presidente del Club Taurino de Castelló, refleja el interés de muchos los aficionados: «Nosotros iremos a la plaza, claro». «Mi deseo es que podamos vivir la Feria en las próximas fechas».

Otro doctor, José Broch, también muestra su interés y su deseo de que Castellón no se quede sin toros: «A nivel cultural es necesaria la feria taurina. Hay mucha expectación», dice.