La falta de precipitaciones, que ha provocado la pérdida de 63 hectómetros cúbicos de agua en la provincia, como ayer informó este diario, hace que los agricultores del Maestrat miren con incertidumbre al verano. Además de una pequeña parte de la provincia (Sant Rafael del Riu, Rossell y Sant Jordi), que se abastece del embalse de Ulldecona --en situación de alerta y que no suministra agua debido a su escaso volumen (del 2% ayer)--, el resto de regantes del Maestrat se muestran intranquilos ante los próximos meses que se les presenta.

Y es que, aunque siempre se abastecen de pozos privados o en manos de comunidades de regantes, el hecho de que otras poblaciones, como la tarraconense de la Sénia, que sí utiliza agua del embalse, hayan tenido que recurrir a los pozos de emergencia provoca más presión para el acuífero, que puede reducir aún más su nivel, en claro descenso.

El presidente de la Comunidad General de Regantes Planes Altes, que agrupa a las tres más grandes de Vinaròs, Carlos Roig, señala que, debido a la ausencia de lluvia, en dos años han incrementado «un 30%» el consumo de los pozos. Ante esto, Roig se pregunta: «¿Tendremos suficientes recursos para pasar el verano?».

La sequía tiene otra consecuencia. El gerente de la cooperativa Benihort, de Benicarló, Guillermo Edo, apunta que se tiene que regar «más de lo normal y la factura eléctrica sube». Roig incluso pone cifras a este aumento: un 50% más en dos años. Así, de los 800 euros que costaba abastecer de agua a una hectárea de tierra (fundamentalmente cítricos, que es lo que más se cultiva en Vinaròs) hace un par de años, «ahora cuesta unos 1.200», asegura.

A todo ello se suma que, al no discurrir agua por el río Sénia, «hace más de tres años» que no pueden abastecerse de los más de 800.000 metros cúbicos que les corresponden cuando sí la hay.