El pasado mes de mayo, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, liderada por Mireia Mollà, anunció que iba a conceder ayudas a los ganaderos de la Comunitat cuya actividad se hubiera visto afectada por el covid-19. En ellas dejaba fuera a los empresarios que se dedicaban al bou al carrer, lo que provocó las protestas del sector, con el apoyo incluso del director la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuestas a las Emergencias, José María Ángel. Finalmente, Mollà no ha cedido a las presiones y ayer se anunció que la Conselleria ha concedido casi 3,3 millones de euros a 561 solicitantes, ninguno de ellos relacionado con la tauromaquia.

La concesión se enmarca, según el departamento autonómico, en el «impulso de ayudas para paliar las pérdidas del sector del ovino, caprino, bovino, equino y gallinas ponedoras como consecuencia del cierre de los canales de distribución y venta agroalimentaria, como el canal Horeca y el de los mercados no sedentarios». Es decir, los sectores destinados exclusivamente a la alimentación en la Comunitat.

Los beneficiarios han sido personas físicas, jurídicas, sociedades cooperativas y Sociedades Agrarias de Transformación (SAT), concretan. La Conselleria ha agotado más del 82% del presupuesto previsto para estas ayudas. El objetivo, indican en el departamento de Mollà, es «mantener la actividad de las explotaciones ganaderas gravemente afectadas por las consecuencias de la crisis sanitaria sobre su rentabilidad».

Precisamente el estado en el que se encuentran las empresas dedicadas al bou al carrer en la provincia, donde la indignación se mantiene por no poder acceder a estas prestaciones. «Nos sentimos desprotegidos y humillados», explica el ganadero de Borriol Daniel Ramos.

«El problema es que los animales siguen comiendo y nosotros llevamos mucho tiempo sin ingresos. Queremos un trato igualitario. Hay muchas familias que viven de forma directa e indirecta de la ganadería de bravo. Al turismo se le han dado ayudas y también se nos deberían conceder a nosotros, que generamos un impacto económico grande», detalla.

Ramos hace un llamamiento al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para que se pronuncie sobre esta cuestión: «Sabe que en Compromís son declarados antitaurinos y él debería tomar una posición clara». «Lo estamos pasando muy mal», insiste.

En la Conselleria de Agricultura detallan que se trata de una línea financiada con fondos propios, que complementa a otras destinadas al sector pesquero, a pequeños productores primarios y al sector de la planta ornamental y la flor cortada. En el momento de ser presentado este decreto, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, defendió que se dirigía a sectores que «nos han dado de comer durante el confinamiento, no de espectáculos».