Varias calles de Benicàssim y viales como el Camí la Ratlla y el Palmerar quedaron cerrados por inundación. También se registraron problemas en el acceso norte del municipio por desprendimiento de piedras del muro de un huerto que impedía el acceso al puente de conexión con el casco urbano desde la N-340. Solo se podía acceder al casco urbano desde la N-340 a través de la rotonda de la llave.

Además, cayeron grandes ramas de pinos y árboles. Una gran riada transcurrió durante todo el día por el barranco de Farja. Los bomberos ayudaron en la extracción de agua del garaje de varias villas, junto a la antigua vía del ferrocarril y la depuradora.