Los municipios ribereños del Millars han elevado el tono de sus quejas ante la Confederación Hidrográfica del Júcar -CHJ-- por el estado de suciedad en el que se encuentra este río a su paso por una docena de municipios castellonenses, que arrastran problemas de higiene desde la última riada hace casi un año, mientras crece el temor entre los alcaldes de la zona de que toda esta situación se agrave en las próximas semanas con la llegada de las lluvias.

La reacción municipal coincide con el anuncio de una reunión que tendrá lugar hoy en la Diputación de Castellón, a la que están citados el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues; la presidenta de la Confederación, María Ángeles Ureña; y el propio presidente de la institución provincial, Javier Moliner, con el fin de poner en marcha un plan conjunto de limpieza de ríos y barrancos.

ENFADO MUNICIPAL // En este sentido, los máximos responsables municipales especialmente de la zona del Alt Millars, que agrupa a unos siete municipios, no han dudado en mostrar su indignación por la actitud de “parálisis” que ha venido mostrando la CHJ, a la que han venido acusando de no actuar para poner solución a unos problemas en el cauce y los márgenes del río Millars, que vienen arrastrando desde el episodio de intensas lluvias ocurrido en noviembre del pasado año.

El alcalde de Arañuel, Justo Palomares, recordó ayer que la acumulación de suciedad hace incluso complicado ver el río, por la presencia de cañas y árboles que arrastró el último temporal y que dejó 125 litros por metro cuadrado, además de fuertes rachas de viento. Palomares reconoce que el enojo de los representantes municipales “es enorme”, por lo que dijo confiar en que la reunión de mañana “al menos suponga un avance”. H