Para convencernos al departamento de cultura del Ayuntamiento, Aledón nos habló de las avenidas de Castellón. La primera fue conocida como de Les Palmeretes. Al menos es la primera que tuvo calzada, una para cada sentido. Entre ellas se alinean dos filas de crecidas palmeras que dan sombra a un agradable paseo. El ancho camino que discurría junto a la acequia mayor, que iba desde El Toll hasta el Primer Molí, se transformó al cubrir la acequia en los inicios de la que ya se llamó avenida de Capuchinos. Esta transformación tuvo lugar entre los años 20 y los 30 del pasado siglo. Yo la recuerdo -nos decía- cuando las calzadas y el paseo eran de tierra con abundantes baches que retenían el agua de la lluvia que, más tarde, en barro que duraba varios días y en la que jugábamos a la pelota, ya que entonces eran muy escasos los automóviles y sólo carros, tirados por caballerías, y bicicletas, la transitaban en las primeras horas de la mañana, con mucho ritmo.