«No se puede vivir así», lamenta Estela Barluc, vecina del segundo piso del número 6 de la calle El Cid de Castellón ante «la gran cantidad de excrementos de palomas que se acumulan en los balcones de la segunda y tercera planta del número 8 del vial».

«El ambiente es irrespirable por el olor y está afectando a nuestra salud», detalla Barluc, que indica que «hemos llamado muchas veces a la Policía Local, que llegó a venir, y a los servicios municipales de limpieza, pero no se ha dado ninguna solución».

«Nos contestan que al no vivir nadie en estos pisos no se puede hacer nada, y por lo tanto no se pueden realizar labores de limpieza», explica. Considera que lo que está pasando «es un problema de salud pública». «Incluso, mi marido está lleno de pulgas procedentes de la acumulación de excrementos de palomas en estas casas y cuyos efectos se dejan sentir en las viviendas colindantes». En este sentido, las protestas de esta vecina son compartidas por otros residentes de la zona, que están sufriendo también este problema de suciedad provocado por estas aves y que exigen que «se soluciones de alguna manera».

Y es que las palomas, en una excesiva superpoblación, critican, invaden el cercano parque de la Pérgola, adyacente a la calle El Cid, y sus aproximaciones a las viviendas cercanas está haciendo que ocurran situaciones como la que denuncia Estela Barluc, «sin solución prevista».