El ave quebrantahuesos está en peligro de extinción y desapareció de la Tinença de Benifassà hace más de un siglo. Los antiguos visitantes pudieron disfrutar de su presencia hasta final del siglo XIX. Frente a esto, la Generalitat lidera un proyecto en colaboración con la conselleria de Agricultura y Medio ambiente, que se forjó entre 2015 y 2017, con el objetivo de devolver a la especie a un lugar donde se sienta libre y pueda tener una larga vida en un paraje natural como es el de la Tinença de Benifassà y convertirse así, en una especie emblemática del sitio.

Alòs i Amic, dos jóvenes ejemplares de quebrantahuesos nacidos en el Centro de cría de Guadalentín (Cazorla, junta de Andalucía), llegaron al Centro de Recuperación de Fauna del Forn del Vidre (La Pobla de Benifassà) el pasado 29 de mayo. Desde el principio Alòs i Amic han tenido una convivencia que permitía que los dos durmieran juntos en el mismo nido y que a pesar de sus discrepancias nunca llegaron a llevarse mal. Las adversidades les han unido aún más ya que el 7 de junio recibieron una amarga visita de unos 20 buitres que estaban dispuestos a robarle la comida y juntos defendieron lo suyo.

Alòs voló del nido el 27 de junio, el uno de julio le siguió Amic, los dos quebrantahuesos pioneros han empezado a explorar la Tinença y aún dependen mucho de la zona del nido artificial que se preparó previamente a su llegada y donde se les sigue facilitando comida. No cabe duda que Alòs es un poco más valiente que su compañero, ya que, el día 15 de julio emprendió su primer desplazamiento más allá de los alrededores de su nido. En esa escapada que duró dos días, estuvo por los alrededores de Mitjavila y llegó hasta el términimo municipal de Peña Roja, en Teruel desplazándose con un grupo de buitres.

En los días en los que Alòs no estaba, a Amic se le veía un poco desorientado. Se movía por los alrededores del punto de alimentación cercano al nido, pero no entraba. Finalmente, hacia las 10 de la mañana, Alòs llegó y fue directo al punto de alimentación, y Amic lo siguió al instante acercándole la cabeza como muestra de cariño. Parece ser que han hecho una buena piña los dos juntos y se han adaptado al nuevo lugar, por ello, es espera que con el esfuerzo realizado por todas las administraciones y los diversos colaboradores en el proyecto, en unos años, se pueda disfrutar del vuelo del quebrantahuesos.