Apoyo máximo del alumnado, profesorado y personal de administración y servicios de la UJI al rector, Vicent Climent, en la reivindicación doble al Consell, de más inversión para arrancar la segunda fase de las obras de la sede de Ciencias de la Salud y de una mayor financiación ordinaria para sacar de la economía de mínimos la universidad. Representantes de los tres colectivos se alinean con las exigencias del equipo de gobierno en la «necesidad» y la «urgencia» de que la cuarta facultad «no se quede a medias tras la primera fase», argumentan.

Jorge Ribes, portavoz del Consell de l’Estudiantat, reclama al Consell «igualdad de condiciones para los alumnos de Medicina, Enfermería y Psicología con los de Derecho, por ejemplo, con una facultad única para las clases, prácticas o tutorías, sin tener que ir de un edificio a otro». «Es una situación insostenible que ya ha vivido toda la promoción y todo apunta a que serán dos o tres más», lamenta. Y asegura que «la mayoría de quejas que llegan al Consell es por esta provisionalidad, que está en stand-by, mientras no se concreten plazos, con la facultad a medio hacer», a la par que solicita «más financiación, específica para Salud, y general para la universidad», que está «a la cola de la Comunitat».

«REMATARLA» // Desde el sindicato CSI-F, mayoritario entre el profesorado doctor (PDI), su portavoz, el catedrático de Química Vicente Esteve, incide en que, «después de impulsar la implantación de los estudios y empezar a levantar la nueva facultad, ahora hay que rematarla, es una obligación del Consell». Como Ribes, espera que el president, Ximo Puig, «cumpla» con la garantía dada a la UJI y pide «concrección para terminar una infraestructura necesaria». «Si hay que retrasarla no pasa nada, pero es irrenunciable», dice.

Desde Intersindical Valenciana, su representante, José Iglesias, cree que «es absolutamente necesario revisar la financiación», mientras asegura que «el Consell no puede desentenderse de acabar la facultad y dar salida a las necesidades del alumnado y de la Jaume I». «La Universitat es uno de los motores del cambio de modelo económico que pide la Comunitat y para cumplir debe tener unas infraestructuras en condiciones», señala, a la «espera de que Puig y Marzà se sienten a negociarlo en enero».