No habrá más clases presenciales en la UJI hasta, como mínimo, el próximo curso. Así lo anunció ayer viernes la universidad pública de Castelló tras finalizar la reunión de rectores valencianos con la consellera de Universidades, Carolina Pascual.

La decisión fue tomada ante la posibilidad de que el estado de alarma, decretado el pasado 14 de marzo a causa de la crisis sanitaria del covid-19, se pueda prorrogar más allá del 9 de abril y con la finalidad de preservar la salud de todos los estudiantes.

Una histórica medida que se fraguó desde este mismo jueves, cuando el Gobierno dejó en manos de las universidades el fin de las clases presenciales tras la reunión del ministro Manuel Castells con las comunidades autónomas. Ahora será cada campus el que dicte las correspondientes instrucciones para llevar a cabo el proceso evaluador y la finalización del curso. Es decir, qué herramientas utilizar para los exámenes (desde la UJI apuntan que están estudiando las posibilidades on line para poder examinar), los trabajos final de grado o las prácticas de la titulación, teniendo en cuenta la situación actual y la necesaria colaboración y flexibilidad de los docentes y del estudiantado, que están realizando un gran esfuerzo de adaptación a las nuevas circunstancias.

Coordinación / En este sentido, tanto la Conselleria como los rectores de las cinco universidades manifestaron su voluntad de trabajar de forma coordinada «para adoptar las mejores soluciones». El objetivo es, según Carolina Pascual, «garantizar el desarrollo del presente curso académico en las condiciones más óptimas posibles, dadas las circunstancias (tal como se está haciendo en las últimas semanas), preservando la calidad de la docencia y la atención al alumnado para que ningún estudiante se vea afectado en sus estudios», destacó.