NOMBRE ÁLVARO BAIGORRI DEL RÍO.

LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO MADRID, EL 11 DE AGOSTO DE 1983.

ALTURA Y PESO 1,80 M. Y 72 KG.

TRAYECTORIA REAL MADRID (CANTERA), ATLÉTICO (JUVENILES), S. S. REYES (3ª), RACING B (2ª B), LEGANÉS (2ª B), ALICANTE (2ª B) Y CASTELLÓN (2ª A).

Tenía un millón de euros de cláusula de rescisión en el Leganés, y aunque el Castellón no la abonó, el año pasado pagó por él, si bien no llegó a pisar Castalia, pues fue cedido al Alicante. Álvaro Baigorri deja atrás una temporada que le ha marcado a fuego, primero por su fichaje por el club albinegro y luego por una temporada en la que las lesiones no le han dado ningún respiro. Tanto es así, que ha sacrificado las vacaciones de verano para llegar a tope tras una operación de una luxación en el hombro.

--Primero de todo, ¿cómo se encuentra del hombro?

--Muy bien. Me operaron a principios de abril y no me he perdido ningún entrenamiento de la pretemporada con el Castellón. Me ha costado lo mío, ya que acabe la temporada el 30 de junio y al día siguiente yo continuaba con el preparador físico en Alicante. No he parado y, por eso, tengo el hombro a tope.

--Y, físicamente, ¿cómo está?

--Estoy en ello. Llevo cuatro meses sin jugar, y eso se nota. El Baigorri del partido contra el Elche está lejos del mejor Baigorri.

--Ha sido un año bastante frustrante, en el que ha estado más tiempo en la enfermería que sobre el césped.

--Sí, desde luego, porque empecé con la operación de menisco, luego tuve un par de roturas fibrilares, la luxación en el hombro... Así, únicamente he podido disputar 12 encuentros.

--¿Cómo se definiría?

--Soy lateral izquierdo. Sé que al míster le gusta la seguridad defensiva, aunque también suelo tener mis cuatro o cinco incorporaciones al ataque en un partido, con buenos centros y algún que otro gol. Soy más ofensivo de lo que he mostrado hasta ahora.

--¿Se ve titular?

--Si me respetan las lesiones, sí, como lo pensarán los demás.

--¿Con qué aspiraciones llega al Castellón?

--En la vida hay que ser ambicioso. Llego con la esperanza de luchar por el ascenso a Primera en dos o tres temporadas.