Tal como habían avisado los especialistas en el control de plagas que vienen trabajando desde hace meses en la provincia, el mosquito tigre ha encontrado en las altas temperaturas y en las zonas húmedas su mejor acomodo para desarrollarse en los entornos urbanos. Pese a que su incidencia es “bastante menor” que la registrada durante el verano pasado, “gracias a los tratamientos preventivos que se vienen dando desde inicios de la primavera”, según explican, la demanda de biocidas, repelentes y tratamientos contra las picaduras se ha triplicado en apenas 10 días en las farmacias castellonenses, especialmente aquellas situadas en municipios del litoral, tal como han señalado fuentes farmacéuticas y corroborado el presidente del Colegio Oficial, Sergio Marco.

Por otra parte, cerca de setenta municipios mantienen una estrecha vigilancia en sus correspondientes términos para controlar el desarrollo de los mosquitos, sobre todo aquellos que corresponden a los principales destinos turísticos en la provincia. Sobre la situación, los biólogos y especialistas en el control de plagas subrayan que, “sin ser la ideal, está lejos de parecerse a la que se dio en la temporada anterior”. Sobre este asunto explican que, “como no podía ser de otra manera, se está notando todo el trabajo que se ha venido realizando, la concienciación de los ciudadanos, los recursos de los ayuntamientos y, sobre todo, la colaboración institucional para atajar el problema”, destacan.

A falta de conocer el informe de seguimiento que elabora el Servicio Provincial de Plagas de la Diputación Provincial y que dará a conocer en unos días el equipo de entomólogos de la Universitat de València sobre el comportamiento de los mosquitos a lo largo de este mes, los expertos consultados adelantan que la incidencia de los insectos se situará en “parámetros ya previstos inicialmente e incluso mejor”, a tenor de los resultados de campo que se vienen realizando en cada uno de los municipios. H