La venta de vehículos en la provincia se mantuvo estable durante el 2018 respecto al ejercicio anterior, al crecer únicamente un 0,85% las matriculaciones. Lo que sí significa un cambio de paradigma son las estadísticas de adquisición de automóviles impulsados por gasóleo, que se desplomó el año pasado un 35,21%, un fenómeno que desde los concesionarios achacan al mensaje antidiésel lanzado durante los últimos meses desde el Ministerio para la Transición Ecológica.

Son los datos que arroja el balance anual realizado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), dado a conocer ayer. Estos reflejan que los castellonenses matricularon durante el 2018 un total de 19.542 vehículos, una media de 53 al día. Datos muy similares a los del cierre del 2017, cuando se vendieron 19.377.

En cuanto al gasóleo, sus ventas representan actualmente en la provincia el 29,72% del total, un porcentaje muy inferior al que se registraba en los últimos años, cuando era el 60%. Este descenso se ha compensado con la adquisición de automóviles de gasolina, que en el 2018 creció un 31,2%, según cifras de Anfac.

tendencia // «El diésel tiene los días contados». Con esta frase, pronunciada en julio por la ministra Teresa Ribera, comenzó un declive en las ventas de gasóleo que ha puesto en alerta a los concesionarios, debido al aún muy elevado estoc de vehículos de este tipo que acumulan y que ahora tienen menos salida comercial.

El 2005 fue el año en el que más automóviles de gasóleo se matricularon en Castellón (13.890). Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico, el parque móvil de la provincia cuenta con 246.829 unidades impulsadas por este combustible.

En el contexto autonómico, la venta de turismos y todoterrenos aumentó un 6,7% en el 2018, con 146.194 unidades entregadas entre enero y diciembre y una cuota de mercado del 11,1% sobre el total. En diciembre, sin embargo, las ventas cayeron un 7,6%.