La Confederación Hidrográfica del Júcar evalúa si el embalse de Arenós ofrece las suficientes garantías de seguridad como para llegar a almacenar 105 hectómetros cúbicos de agua, lo que significaría superar el 76% de su capacidad, algo impensable hace pocos años. Tanto es así que, si se logra el objetivo el próximo año, supondría casi sumar a su capacidad de los últimos años, que rondaba los 65 Hm3, tanta agua como puede almacenar Sitjar, el segundo embalse en capacidad en la provincia, con 49,3 Hm3.

Así, aunque el nivel de resguardo fijado para las fechas en las que estamos es de 65 Hm3, actualmente Arenós alberga 77,5. Lo confirman fuentes de la CHJ, quienes señalan que se está restringiendo el caudal de salida para tratar de alcanzar «95 Hm3 a principios de mayo». Tras ello, se procedería a desembalsar en previsión de las posibles lluvias de otoño para, una vez superada esta estación, proceder de nuevo al llenado si no hay problemas.

Aunque no es seguro poder alcanzar esta primavera los 95 Hm3 (dependerá «del deshielo» y las precipitaciones, señalan desde la CHJ), se controla el ritmo de llenado y se ausculta el embalse más grande de la provincia «para ir comprobando que la estructura se comporta adecuadamente en relación a todos los parámetros de auscultación (filtraciones, asientos, deformaciones, etc.) que se controlan en la presa». Con ello, los técnicos de la CHJ tratan de comprobar que las obras del 2015 para evitar las filtraciones en el estribo de la margen derecha y que impermeabilizaron esta zona, son efectivas.

En el caso de que se compruebe que así es, durante el próximo año hidrológico (que comienza en otoño) se trataría de alcanzar los 105 hectómetros cúbicos.

Esto sería una auténtica bendición para las diferentes comunidades de regantes que se abastecen del río Millars, que han visto cómo durante muchos años el embalse de Arenós no podía llegar ni a la mitad de su capacidad. Para alcanzar el tope, es necesaria una obra más ambiciosa.