Los nuevos trenes de Cercanías (y los actuales Regionales) que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció en la VIII Jornada empresarial PortCastelló-Mediterráneo para el tramo Castellón-Vinaròs, deberán cambiar de ancho como mucho dos años después de comenzar a circular. Tras la constitución de la nueva Obligación de Servicio Público y la dotación con un par de convoyes para este tramo por parte de Renfe, los nuevos servicios de Cercanías podrían estar en funcionamiento en primavera. Y, como mucho a finales del 2020, en este tramo solo existirá el ancho internacional, según la programación de las obras que maneja Fomento y que reiteró De la Serna.

Así, los convoyes deberán ser aptos para variar de ancho en talleres, algo que el Ministerio ya tiene entre sus previsiones. De hecho, el coordinador del corredor mediterráneo, Juan Barios, que también asistió en el Grao a la jornada empresarial, señaló a Mediterráneo que esto no supondrá ningún quebradero de cabeza, puesto que «ya existe en tráfico de pasajeros material rodante que puede circular en los dos anchos sin ningún tipo de problema». A este respecto, señaló que esto «es cuestión de Renfe, del material móvil de que dispone y de cómo planifican los servicios». Es decir, que será el operador ferroviario el que decida en su momento cómo se va a realizar este cambio, si variando de locomotoras y vagones o simplemente mutando el ancho de las que estén en funcionamiento.

Todo a raíz del anuncio ministerial que más beneficio social comportará a la provincia. Y es que la línea actual, en la que circulan cuatro trenes Regionales por sentido, tiene una utilización de 750.000 viajeros anuales en todo su recorrido (hasta Tortosa). De ellos, buena parte son usuarios del Maestrat, dado que la provincia de Castellón cuenta con seis estaciones entre Benicàssim y Vinaròs, mientras la de Tarragona solo tiene tres. Lo que no se conoce es la cantidad de viajeros que la ampliación de frecuencias puede sumar, ya que Renfe no dispone de este estudio.

grandes inversiones // Esta mejora se logrará con una inversión moderada: cinco millones de euros anuales, señaló De la Serna. Muy lejos de las cifras que el propio ministro apuntó para las actuaciones en las que se comprometió a invertir en el puerto de Castellón. Quizás la más inmediata es el acceso definitivo en autovía a la dársena sur, cuyo proyecto se prevé adjudicar en breve y de la que Fomento abonará «el 100%», dijo. Esto, además, puede conllevar el añadido de una agilización de la infraestructura, dado que el Ministerio tiene automatizados los pasos a ejecutar, pero esto será una vez que se conozca el trazado exacto.

Además, esto repercutirá en el resto de actuaciones. Los aproximadamente diez millones de su construcción, que iba a abonar la Autoridad Portuaria de Castellón, quedan ahora liberalizados... y podrían ir a parar al acceso sur en tren. De la Serna apuntó en referencia a PortCastelló, que es necesario «reunirnos» para avanzar en «las bases» del convenio que marcará cómo se reparten «las cargas» de esta infraestructura. Y desde la Autoridad Portuaria ya se le ha trasladado que solo podrán participar en la ejecución del acceso sur, que tendrá un coste de «en torno a 82 millones de euros», como dijo el ministro, si en la financiación a medias entran las otras dos obras ferroviarias: la dotación interna y la estación intermodal.

Es decir, que el Gobierno abone también la mitad de ellas. De esta forma, el préstamo que debería solicitar la Autoridad Portuaria para ejecutar la obra sería mucho menor a los 40 millones que desde Fomento se le exigiría para complementar su 50% del acceso sur en tren. Y es que el montante para el tren interno (17 millones) y la intermodal (20) ya los había contabilizado en base al fondo de accesibilidad terrestre de puertos del Estado... y el acceso sur no.