A sus 79 años, la almazorense Encarna López --conocida como la Falcona-- vivió este miércoles una situación que resulta insólita en su vivienda del camí Om Blanc de la playa de Almassora.

Los bomberos tuvieron que sacarla a ella y a su hijo de la alquería de una planta en la que residen, cuando el agua les llegaba ya por las rodillas y la situación era del todo insostenible.

«Íbamos completamente mojados, en zapatillas de estar por casa. Los bomberos nos subieron a uno de sus vehículos y nos dejaron en la parada del autobús urbano para que pudiéramos llegar hasta el piso que tenemos en el pueblo. No nos dio tiempo de coger nada, ni ropa ni las medicinas que me tomo a diario, solo tengo las pastillas de emergencia que llevaba en el monedero. Tuvimos que salir con lo puesto y con eso nos vamos apañando porque en el piso del centro urbano no vivimos y no tenemos nada de nada», recuerda la mujer, quien admite que sintió verdadero miedo.

«Los caminos estaban totalmente inundados y en la alquería nos empezó a entrar agua a mares. No había manera de pararla. Habíamos cambiado todos los muebles del comedor y una habitación nueva, y debe estar todo para tirar a la basura», lamentó la mujer en conversaciones con Mediterráneo.

«Todavía tenemos que considerarnos afortunados porque, al menos, tenemos otra casa a la que poder acudir», afirma.