Ángel Frontera vivió en Orpesa hasta los 42 años. Ahora tiene 47 y ha pasado los últimos cinco en Tijuana. Trabajó durante varias etapas en Marina d’Or tras estudiar la Licenciatura de Turismo y posteriormente abrió una empresa que se vio obligado a cerrar a causa de la crisis. Según admite se quedó «con una mano delante y otra detrás», y fue ahí cuando emprendió el Sueño Tijuanense, aprovechando que su esposa nació en esta popular ciudad mexicana. "Tenía pactado con ella venir algún día a vivir aquí, pero pensábamos hacerlo más tarde", admite.

«Lo que más echo de menos de Orpesa es a mi abuela, que tiene 92 años y sigue allí, el jamón y los bocadillos de tortilla de patata y calamares para almorzar», destaca al tiempo que elogia la comida de su ciudad adoptiva: «Aquí hay turismo médico porque hay muchos cirujanos plásticos y odontólogos más baratos que los de EEUU, país con el que hacemos frontera, y turismo gastronómico. Vienen americanos a comer tacos (imagen inferior), el plato más típico de Tijuana. Es muy sabroso y aunque se pueden preparar con varios ingredientes, les gusta el picante para todo».

Este asesor comercial en una importante inmobiliaria conoce bien la ciudad mexicana cinco años después de su aterrizaje. «Al principio no me atrevía ni a conducir. Lo tenía que hacer mi mujer porque las rotondas eran una locura. Todo el mundo muy agresivo, tocando el claxon», recuerda entre risas. Sin ocultar la peligrosidad de la urbe —«la media es de diez asesinados, o más bien ejecutados, al día. El ejército está en la calle, playas...»—, Ángel quiere quitar dramatismo a Tijuana: «La gente tampoco va disparando por las calles. La lucha es contra el narcotráfico y si no estás implicado no tiene por qué pasarte nada».

En la imagen inferior vemos a los militares patrullando en las mismas playas de Tijuana:

El orpesino, eso sí, guarda unas medidas de seguridad sobre todo para sus hijos de siete y 11 años: «Cuando vamos a recogerles al colegio tenemos que ir en coche, ponernos en fila e identificarnos para que nos los entreguen. Me sorprendió al principio que la gente está un poco anestesiada con la violencia, pero sobre todo afecta a las zonas más deprimidas de la ciudad». Ángel añade también que «la mayoría aquí es gente trabajadora» y destaca la solidaridad de sus vecinos: «Al tener la frontera o el muro, como dice Trump, con los Estados Unidos, hay muchos inmigrantes. Vienen en una situación dramática y los tijuanenses les dan lo poco que tienen».

En la imagen inferior vemos a unos niños jugando junto al muro que separa la ciudad de Tijuana (México), de la de San Diego (EEUU):

Este técnico especialista en telecomunicaciones afirma que su actual profesión vinculada al sector inmobiliario ofrece muchas posibilidades en Tijuana: "Es una ciudad que está creciendo mucho cada día. Lógicamente es más fácil buscarse aquí la vida que en Orpesa". La población cuenta con un censo oficial de 1.800.000 habitantes, aunque puede llegar a los tres millones según algunos estudios. Añade Ángel que "actualmente se necesitan 14.000 empleos para las maquilas, que son como las industrias. De aquí es de donde salen más televisiones al día y también se manufacturan productos para empresas aeroespaciales".

Confiesa también Ángel que en esta ciudad de contrastes, se nota excesivamente la brecha salarial en aspectos básicos como la sanidad: "En España nos quejamos de la Seguridad Social, pero hay que salir un poco para saber lo que tenemos. Aquí la sanidad se paga, la educación se paga, y si no tienes dinero es mucho peor. El país tiene muchos recursos, pero están muy mal distribuidos".

Uno de los aspectos que más fama (mala fama) tiene en su ciudad de adopción es la droga. Circunstancia que Ángel quiere desdramatizar: "También en Algeciras o en Galicia llega mucha droga y por eso no se señala España como un país de narcos. Aquí no estamos en estado de guerra, más bien hay una lucha contra el narcotráfico en el que hay muchos intereses y no hay que demonizar a toda la población".

La imagen de la santa muerte, venerada por los narcos tijuanenses, comparte escaparate con figuras representativas de la religión católica:

El orpesino da la cara también por la urbe mexicana afirmando lo siguiente: "Cuando se habla de Tijuana también habría que decir lo bueno. Hay muchos emprendedores, trabajo y turismo. El Valle de Guadalupe, por ejemplo, es precioso y puedes hacer recorridos vinícolas similares a los de La Rioja. Las playas son preciosas, podemos llegar a ver ballenas, y Rosarito Beach es conocida por los amantes de surf de todo el mundo. También hay montañas, oasis y estamos pegados a San Diego".

Asegura Ángel que por ahora no volverá a vivir a Orpesa por mucho que añore «los paseos por la Renegà en las tranquilas playas en invierno. La vida da muchas vueltas, pero de momento quiero seguir disfrutando de esta segunda oportunidad».

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En la imagen inferior vemos a Ángel Frontera con unos moteros junto al Hotel Caesars de Tijuana, donde se inventó la popular salsa césar con la que acompañamos la ensalada que lleva este nombre: