Los ángeles avanzan en el cielo de la iglesia de San Vicente Ferrer de Castellón. Los trabajos de restauración del templo de la plaza Fadrell han destapado los frescos y pinturas murales que presiden las capillas dedicadas al Sagrado Corazón de Jesús y a Santa María Magdalena, y la gran cúpula, vestidas con varias capas de pintura que escondieron la obra original. En el centro de la imagen, una figura sentada porta una guadaña y un reloj, con varias caras que la observan; y sobre ella, otra con una trompeta.

Ahora, tras varios meses de intervenciones, son algunos los hallazgos que se vislumbran en la nueva cara del templo, que ayer visitaron el presidente de la Diputación, Carlos Fabra, junto con el vicealcalde de la capital, Javier Moliner, y la directora del Servei Valencià de Restauració, Carmen Pérez.

"Se han hallado varias figuras realizadas al óleo y ocultas bajo capas de encolado en una de las capillas de acceso a la sacristía". Así explica Carmen Pérez los trabajos que su equipo, formado por cuatro técnicos, está realizando en la iglesia de la calle Santo Domingo. El mayor problema que se están encontrando, señala la restauradora jefa, son las humedades y las grietas, y los trabajos previos en la cúpula, donde se picó parte de la pintura, que acabó perdiéndose.