Actualmente la provincia vive días gélidos y podría incluso nevar los próximos días en poblaciones que se encuentren a 300-600 metros. Sin embargo, por mucho frío que se registre a buen seguro no será comparable con el que se vivió el 16 de enero de 1946.

Este jueves se cumplen 74 años de la Nevada de Sant Antoni o ‘gelà del 46’, que azotó a todas las poblaciones de nuestro territorio, perdiendo incluso cosechas enteras de cítricos y otros cultivos. El temporal heló así toda la fruta de temporada y dejó los árboles muertos. A pesar de que se cortaron las copas, no volverían a dar frutos hasta tres años después. El Estado concedió créditos de ayuda por cada hanegada de cultivo que se cifraron en un 2,50 de interés y una ayuda a fondo perdido de la mitad del préstamo. Este fue sin duda uno de los episodios más oscuros de la historia económica y social de la provincia en pleno siglo XX, pues agravó la grave situación de posguerra y autarquía que se vivía en ese momento.

Desde finales del siglo XIX, cuando la temperatura bajó a diez grados bajo cero, la provincia no registraba una ola de frío tan intensa. En La Plana, la nieve alcanzó una media de entre 30 y 50 centímetros, y en puntos como la entrada al campo del Sequiol se llegó al metro y medio de altura. En las fotos que acompañan esta información aparecen nevados el Parque Ribalta de Castellón o la plaza de San Pascual de Vila-real.

Imagen de Castelló con tejados y montañas cubiertos de nieve.

Imagen de Burriana.

Imagen del Convento Carmelita del Desierto de las Palmas.

Imagen del muelle de carga del puerto de Castellón.

Imagen de Vila-real.