Castellón empieza mañana un nuevo año hidrológico y lo hace con la tranquilidad que da tener despejada la amenaza de la sequía, al menos en la mitad sur de la provincia. Las lluvias de los últimos meses han llenado los pantanos y eso garantiza agua de sobra para los próximos meses, aunque no toda la provincia se encuentra en la misma situación. Lo peor está en el norte, en el sistema del Sénia, que desde el pasado mes de agosto se encuentra en prealerta por sequía. Y ahí es donde entraría en escena el proyecto para conectar todos los sistemas de suministro de agua de la provincia con el fin de poder realizar trasvases de recursos en momentos de emergencia desde municipios con excedentes hacia los que pudieran necesitarlos.

Los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), con valores de la pasada semana, revelan que los pantanos de la provincia se encuentran al 44,68% de su capacidad con algo más de 96 hectómetros cúbicos almacenados. La situación más boyante está en los sistemas del Palancia y del Mijares. En el primero, el embalse del Regajo almacena el máximo volumen establecido en las normas de explotación para la temporada alta, es decir, desde septiembre a diciembre. Y en el del Mijares la situación es similar. «Los pantanos de mayor capacidad, el de Arenós y el de Sitjar, se sitúan en torno al 100% su volumen estacional», explican desde la CHJ. No ocurre lo mismo con el embalse de María Cristina, ubicado en la rambla de la Viuda (afluente del Millars) y que almacena el 18% de su volumen estacional.

Que los pantanos del sistema del Mijares acumulen 91,3 hectómetros cúbicos de agua (el 88% de la suma de sus volúmenes estacionales) y los del Palancia otros 3 significa, en palabras de la propia Confederación, que ambos sistemas afrontan el año hidrológico que está a punto de empezar con unas reservas de agua importantes. De hecho, se encuentran muy próximas a las máximas estacionales y por encima de la media de los últimos diez años».

UN AÑO LLUVIOSO // A excepción del sistema del Sénia, los pantanos de Castellón se encuentren en valores que garantizan el suministro de agua para regadío y consumo humano e industrial, y eso hay que achacarlo a la abundancia de lluvias de los últimos meses. De hecho, y según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el año hidrológico que acaba hoy ha tenido un carácter húmedo en Castellón, con una precipitación media que ha sido un 30% superior a la del promedio climático del periodo 1981-2010. Hasta el 17 de septiembre se habían acumulado 632,1 litros por metro cuadrado, cuando lo normal durante todo este periodo son 486,3. «Debido a los 4 grandes temporales del año que, en mayor o menor medida, han llegado a afectar a todas las comarcas de la Comunitat, casi todo el territorio está en superávit pluviométrico, y la única excepción son algunas zonas del interior de Valencia» explican.

Pese al superávit de lluvia, los últimos doce meses han sido un periodo de grandes contrastes, con meses muy secos (diciembre-enero y mayo-junio) flanqueados por otros muy húmedos, como por ejemplo octubre y abril.