El tráfico en la AP-7 va al alza, como ya publicó el periódico Mediterráneo, y lo hará aún más a partir del día 1 de enero del año que viene, cuando finalizará la concesión a Abertis y se convertirá en una carretera de acceso gratuito. Sin embargo, el Gobierno central todavía no tiene ninguna previsión respecto a cuánto aumentará el flujo de vehículos, lo que hace que la habilitación de nuevos accesos se retrase sine die; y tampoco se ha resuelto la incógnita de cómo se abordará el mantenimiento de este vial.

En cuanto al primer aspecto, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado 28 de septiembre la licitación del estudio sobre la distribución de demanda de tráfico en la AP-7 tras la supresión del peaje, y la apertura de los sobres con las ofertas económicas no se producirá hasta el 2 de diciembre. Tras la adjudicación, se establece un periodo de seis meses para elaborar dicho informe, lo que hace que casi con toda probabilidad no vaya a estar listo en la primera mitad del 2020.

Sin accesos

Esto influye de forma decisiva sobre uno de las actuaciones pendientes en dicha carretera, la construcción de nuevos accesos a la carretera, tres de ellos en Castellón (Vinaròs, Vila-real y Benicàssim). Esta propuesta de la Conselleria de Obras Públicas --que se remonta a la anterior legislatura-- depende, entre otras cosas, de lo que establezca dicho estudio, por lo que no se prevé que vaya a ser un proyecto de ejecución inminente.

El otro frente es el del mantenimiento de la carretera. El pasado mes de agosto, el Consejo de Ministros autorizó la licitación de cuatro contratos «para la ejecución de diversas operaciones de conservación y explotación en la autopista AP-7», uno de ellos para el tramo de Castellón.

Sin embargo, pese al ok del Ejecutivo, todavía no han salido a concurso dichos contratos, con lo que a menos de 70 días para que la AP-7 sea gratuita, es virtualmente imposible que el contrato se adjudique durante este periodo. Desde el Ministerio señalaron ayer mares a preguntas de este periódico que se está «ultimando el proceso para la licitación», sin establecer plazos.

Parche

Una posible solución momentánea, como indica el presidente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, Manuel Miñes, podría ser que se siga pagando a la empresa adjudicataria de este tramo, en este caso Abertis, para que continúe con el mantenimiento pese a que haya finalizado la concesión. «Ya lo han hecho en la AP-1, que se liberalizó el pasado mes de diciembre y no llegaron a tiempo para adjudicar el mantenimiento», detalla el propio Miñes.

Para el representante de los contratistas, este retraso se explica por los obstáculos en la negociación de Fomento con la empresa, entre otras cosas por la subrogación de trabajadores