Hace un par de semanas publicábamos en Mediterráneo que había desaparecido Tairon, un bóxer negro atigrado de siete años que sufría epilepsia. Conforme pasaban los días se hacía más improbable encontrar al animal, pero su dueña no perdía la fe: “Todos los días pegaba carteles y salía en su búsqueda”. Miriam, que así se llama la propietaria del can, asegura que la publicación en Mediterráneo y su constancia han sido claves a la hora de recuperar al perro: “Estando en casa me llamó una chica que me dijo que había reconocido a Tairon en Internet. Buscó mi contacto y me llamó, así que fui a su encuentro y era él”.

No oculta Miriam sus sentimientos tras volver a contar con el animal en casa: “Ha sido la mayor alegría de mi vida. El perro estaba súper delgado y lleno de garrapatas, pues parece que ha estado todo este tiempo en el campo, pero le encontraron en la Avenida Alcora de Castelló y al verme se quedó blanco de felicidad”.

Ya en casa, Tairon se ha pegado una buena ducha, ha podido tomar su medicación y ya ha comenzado a reponer energías. “No le había perdido nunca y no le volveré a perder”, confiesa la protagonista a este periódico a la hora de relatar la mejor noticia que se podía dar al respecto.