Las nuevas tecnologías tienen un fuerte poder adictivo. Y pueden resultar tremendamente peligrosas para la salud. Todos los estudios revelan que el uso compulsivo de internet y el juego on line van al alza año tras año y las consultas de los especialistas de Castellón se llenan de pacientes, cada vez más jóvenes, que usan de manera compulsiva las redes sociales o se pasan horas apostando por internet. Y la pandemia ha agravado todavía más la situación. Muchas horas en casa o encerrados en la habitación con el smarthpone o el ordenador siempre a mano, aburrimiento, incertidumbre... son ingredientes perfectos para la adicción a los videojuegos o las apuestas por internet.

Cada vez se juega más y lo que preocupa a los expertos es el imparable aumento de los juegos y apuestas a través de internet, sobre todo por el acceso de los menores. «Hay un nuevo perfil del ludópata. Jóvenes que gastan mucho dinero en juegos on line y que buscan una respuesta inmediata. Disponen de 24 horas y su percepción del riesgo es menor que en el perfil clásico del jugador de máquinas tragaperras. El anonimato es un factor de riesgo negativo en esta era virtual-digital», apuntan desde Patim, una oenegé referente desde 1985 en el tratamiento de adicciones y que lleva ya tiempo alertando del fenómeno.

A los expertos les preocupa el acceso de los menores al juego on line y todos los estudios concluyen que, pese a que está prohibido, las apuestas virtuales no dejan de aumentar. Un dato. Casi la mitad de los adolescentes de Castellón de entre 14 y 17 años (el 56,6% de los chicos y el 41,7% de las chicas) admite que ha jugado alguna vez. Y eso, en cifras absolutas, significa que casi 12.000 menores de la provincia ha jugado al póquer o a hecho alguna apuesta deportiva al menos en alguna ocasión, según concluye el reciente estudio Adicción al juego en la Comunitat Valenciana, elaborado por expertos de la Universitat de València (UV) en colaboración con el Consell Valencià de la Juventut (CVJ).

EL PELIGRO DE LA ADICCIÓN

El informe, realizado a partir de encuestas a 6.053 menores de entre 14 y 17 años de Castellón, Valencia y Alicante, arroja otra conclusión preocupante: casi 4.000 menores de la provincia (el 28,9% de los menores de entre 14 y 17 años y el 7,7% de las chicas) realizan apuestas y juegan por internet de manera regular, es decir, entre una y tres veces a la semana. «La adicción al juego de este colectivo cuadruplica la de los mayores de 18 años», apuntan los autores del informe, que también avisan que es preocupante que el perfil de jugador considerado de adicción de alto riesgo o riesgo extremo esté directamente relacionado con el juego por internet, un formato donde los menores de edad tienen una presencia mucho más alta.

El juego a través de internet con dinero de por medio no para de crecer y cada vez tiene más dinámicas de juego problemático. Y en eso coinciden todos los que se dedican a la prevención y tratamiento de conductas adictivas. En Patim, por ejemplo, hasta hace poco tiempo el motivo principal de consulta era la adicción a las tragaperras, pero en los últimos años ha subido de forma importante el juego on line, hasta el punto de que ya supera al presencial. «La adicción a modalidades como las apuestas deportivas ya ha desbancado al resto de problemáticas», explican desde la entidad, que defienden la necesidad de que las políticas públicas se dirijan a proteger a los colectivos más vulnerables y a los jugadores activos on line, promocionando el juego seguro y centrándose en los modelos de ocio e incluso el urbanismo. «Es preciso diseñar políticas específicas para la juventud más allá de la mera información, ya que está doblemente azotada por el covid en el ocio y su socialización», sentencian desde Patim.

Neus Balaguer, de la Fundación Amigó-Proyecto Hombre de Castellón, también constata que la demanda de atención a jóvenes y adolescentes por el uso abusivo de las tecnologías de la información y comunicación, así como de conductas de juego potencialmente adictivas, crece año a año. Un alza que ha coincidido con la proliferación de las casas de apuestas y con la expansión del juego por internet

ENGANCHADOS A LOS 10 AÑOS

Más allá de las nuevas formas de ludopatía, el acceso a las nuevas tecnologías a una edad cada vez más temprana está provocando que las consultas de los especialistas de la provincia se llenen de menores enganchados a los vudeojuegos y a las redes sociales. «Cada día vemos y tratamos más casos, incluso de niños de tan solo siete u ocho años que abusan de las nuevas tecnologías», explica Judith Gómez, psicóloga general sanitaria con consulta en el centro de psicología Álvaro Escuder de Vinaròs. «En general se trata de niños y adolescentes que pasan muchas horas frente a una pantalla y la pandemia no ha hecho sino agravar esta situación», añade.

Aunque el perfil no es homogéneo, Gómez describe que se trata de chavales que presentan una muy baja tolerancia a la frustración, poca autoestima y cuadros de ansiedad. «Muchos padres llegan a la consulta desesperados porque no saben cómo poner límites. Porque no se trata de prohibir el acceso de sus hijos a las tecnologías y a los videojuegos, sino de establecer unas normas, unos límites», argumenta la psicóloga.

Para poner freno a la escalada de adicciones a las nuevas tecnologías y a las apuestas y juegos on line, los expertos creen que una de las claves es la prevención. Y, además, a edades cada vez más tempranas. «Hay que actuar en los colegios y hacerlo en tercero o cuarto de primaria», dice Gómez.