El horror sacudió durante la madrugada del jueves a Almassora con un nuevo caso de violencia de género. Un varón de 31 años hirió con un arma blanca a su esposa de 45 y luego se suicidó.

Todo aconteció a la medianoche. Alrededor de las 00.15 horas, la Policía Local recibió un aviso después de que los vecinos informasen de que una mujer había sido apuñalada en el abdomen y el hombre se había lanzado desde un cuarto piso. Los hechos sucedieron en una vivienda de la calle Transformador 35.

El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) desplazó hasta el lugar sobre las 00.30 horas a dos unidades del SAMU y un médico de atención primaria tras recibir el aviso. La persona herida recibió asistencia y fue trasladada hasta el Hospital General de Castelló tras ser estabilizada, donde se recupera ahora, aunque no se teme por su vida. La víctima se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos sin cambios en su estado, según fuentes sanitarias, que agregaron que el caso se encuentra bajo investigación judicial.

Sin embargo, los sanitarios solo pudieron confirmar la muerte del presunto agresor, que se encontraba tendido en la vía pública cuando se produjo la llegada de estos profesionales. Al parecer, trató de escapar de la autoridad saltando al vacío, falleciendo como consecuencia de las lesiones que presentaba después de haber propiciado dos puñaladas en el vientre a su pareja.

Ambos eran de origen rumano. Al varón le constaban antecedentes por violencia contra su mujer, según fuentes municipales. La alcaldesa, Merche Galí, lamentó lo sucedido y deseó una rápida mejoría a la víctima.

nuevo caso // La noticia causó consternación entre los vecinos de la localidad, sobresaltados durante la noche por este nuevo caso. La primera edila recordó a las mujeres que sufren malos tratos que, durante el periodo de confinamiento, pueden acudir a la farmacia más cercana y pedir la Mascarilla 19, que activa el protocolo de ayuda desde estos establecimientos. Además, el teléfono 016 sigue operativo para atender a las víctimas a pesar de la crisis sanitaria. La llamada no aparece en la factura, pero deja rastro en el historial de las efectuadas recientemente, por lo que es necesario borrarlo.