Castelló tendrá que esperar, al menos hasta el 2023, para contar entre sus dotaciones culturales con el Archivo Histórico Provincial. Mientras, y hasta que finalizan los trabajos, los fondos seguirán, por el momento, en la biblioteca Rafalafena, tal y como sucede desde finales de los años 80. El Ministerio de Cultura confirmó ayer a Mediterráneo que el plazo de ejecución de la obra será de 27 meses, a contar desde el momento de adjudicación del proyecto, previsto para antes del verano del 2020.

A pesar de que el Ayuntamiento de Castelló desbloqueó el pasado jueves la licencia de obra para remodelar el antiguo CUC, junto a la carretera de Borriol, y activó el proceso de rehabilitación tras 30 años de reivindicaciones, la Administración central iniciará el expediente de licitación una vez reciba la autorización municipal. La previsión inicial es que sea en el mes de noviembre.

Los trabajos consistirán en la remodelación total del edificio a partir del mantenimiento y el refuerzo de la estructura actual, demoliendo todo lo demás, para que, a partir del esqueleto, se proyecte el nuevo archivo, que contará entre sus materiales con la cerámica y el cristal, tal y como recoge el proyecto actual del Ministerio de Cultura.

Esta dotación para la ciudad será una realidad después de casi tres décadas de reivindicaciones y desde que en 1968 se creara en Castelló a través de una orden ministerial. Sin embargo, este pasó a titularidad autonómica en 1983. A finales de los 80, las autoridades municipales consideraron la necesidad de que la ciudad contara con un archivo en condiciones que acogiera los fondos y documentos importantes y que pudieran ser consultados por las personas que lo necesitaran.

Las salas que ocupaba por entonces en el centro cultural de la calle Mayor no parecían ser suficientes y, a pesar de su traslado a la biblioteca de Rafalafena, comenzaron las solicitudes de la construcción de un archivo en condiciones en la capital. La falta de presupuesto era uno de los principales escollos para que se activara el comienzo de la obra de remodelación.

Concejales y alcaldes de las últimos años de Castelló han incluido entre sus reivindicaciones la construcción de este edificio que ahora, en tres años aproximadamente, será una realidad.