La calma y la tranquilidad que suelen disfrutar los habitantes de Ares —en el censo del pasado año había registrados 190 residentes— cambiará hoy por completo con la llegada de la Vuelta. Y es que desde primera hora de la mañana está previsto que el ambiente cambie por completo y el habitual silencio que transmiten sus calles se convierta en un bullicio cuando lleguen los primeros vehículos de la caravana para instalar la pancarta de meta y el resto de elementos que son obligatorios en los finales de etapa.

Esto provocará que los cortes al tráfico y la prohibición de aparcar en algunas zonas de la población se inicien desde muy pronto, para que todo esté listo cuando el pelotón —en este caso es muy probable que llegue disgregado— haga acto de presencia. Está previsto que la llegada, en el horario intermedio (36 km/h) tenga lugar a las 17.35 horas y la meta quedará instalada en la avenida del Coll con la calle Jaime Vives.

Pero este será el final de la jornada, que servirá para que la Vuelta viva su primer intenso día en la provincia, puesto que tras tomarse la salida en Mora de Rubielos y transitar durante 62,5 kilómetros por diferentes poblaciones de Teruel, el pelotón cruzará el límite provincial para recorrer 136,4 kilómetros por las carreteras castellonenses hasta llegar a Ares. Será sobre las 13.48 horas (36 km/h) cuando la serpiente multicolor entre en Castellón, siendo Vilafranca la primera localidad por la que transitarán los protagonistas de esta edición, por la CV-15 en dirección a Castelló, tomando la CV-12 hacia Morella a los 10 kilómetros. Luego tomarán la N-232 que va hacia Vinaròs, para desviarse por la CV-128 buscando Catí. Desde allí se dirigirán a Vilar de Canes, Torre Embesora, Culla (puerto incluido) y Benassal, desde donde ya buscarán la línea de meta.