La patronal cerámica Ascer, que renovó ayer parte de su cúpula en asamblea, hizo también balance del sector, con puntos positivos como el alza de ventas en el mercado nacional y el repunte de la exportación, salvo esta recta final del año, desacelerada. Cara al futuro, alertó de la feroz competencia «en los próximos años» de productores mundiales de cerámica, un reto al que, en opinión de su presidente, Isidro Zarzoso, habrá que enfrentarse reinventando productos y recuperando valor.

La elección de la nueva junta rectora, que coincidió ayer con la comida de 40º aniversario de la entidad, se saldó con la renovación de dos vicepresidencias y cinco vocales, la mitad del organigrama --ver infografía--, tal y como fijan los estatutos, cada dos años. Tras la votación, se formalizó el relevo de José Castellano (Nueva Cerámica Decorativa) con la entrada como vicepresidente de Ismael García Peris (Peronda), quien junto a Vicente Nomdedeu (Azteca), candidato y reelegido, seguirán hasta el 2021. El tercero, Juan Francisco Ramos (Porcelanosa) continúa dos años más, hasta que toque renovar el resto de junta --su vicepresidencia, presidencia y otros cinco vocales--.

DESACELERACIÓN / En su alocución ante los asociados, Isidro Zarzoso destacó que las exportaciones hasta el mes de septiembre han crecido un 5,4%, aunque «en los últimos meses se ha desacelerado la demanda respecto a la previsión y el precio ha subido, pero de forma moderada».

Por otro lado, destacó el «impulso importante» de las ventas nacionales, «el oxígeno que necesitábamos», así como el efecto positivo actual y futuro que están logrando con los Planes Renove.

Citó el alza de ventas en EEUU y la caída, por trabas comerciales, en zonas del Magreb y África, en países como Argelia. En positivo, resaltó el éxito del sector en los expedientes antidumping frente a China y Marruecos; pero, cara al futuro, Zarzoso alertó: «Nos enfrentamos a años de gran producción mundial, imparable, y creciente competitividad de terceros productores». Para afrontar este reto, el líder de Ascer abogó por implantar «como valores diferenciadores» la innovación, nuevos productos, mayor esfuerzo en la comercialización, y control y eficacia de la gestión.

RECUPERAR VALOR / También propuso «defender la marca Tile of Spain» y «mejorar el producto cerámico y la imagen, «para recuperar el valor de lo que habíamos obtenido, orientando nuestra actividad a crecer en márgenes».