Ocurrió hace muy pocas semanas en Almassora. Un vecino denunció ante la guardia civil que unos ladrones habían entrado en su casa y le habían robado numerosos electrodomésticos y aparatos electrónicos. Cuando los agentes llegaron a su casa comprobaron que la vivienda estaba vacía. Lo que en realidad había hecho el propietario era sacar todas sus pertenencias y guardarlas en un domicilio anexo, que pertenecía a un familiar, para intentar esconderlo todo y simular que se lo habían sustraído para cobrar el dinero del seguro. No es el único ejemplo reciente. En Vinaròs, a mediados del pasado mes de noviembre, detuvieron a una mujer de 77 años por fingir que habían entrado en su casa y le habían sustraído el televisor y la cartera con dinero en efectivo.

Al igual que ha sucedido en Almassora y en Vinaròs, cada año decenas de ciudadanos de la provincia son sorprendidos tratando de sacarse un dinero extra engañando a las compañías aseguradoras. Solo durante el 2016, estas empresas descubrieron 2.790 intentos de fraude en Castellón, según datos de la asociación empresarial del seguro (Unespa). O lo que es lo mismo: una media de siete al día. Estos siniestros simulados, manipulados o exagerados hubieran supuesto el pago de unos siete millones de euros por parte de las compañías en concepto de indemnizaciones.

El último informe de El fraude en el seguro español, que cada año publica la entidad Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA), revela que a nivel nacional los casos detectados rondaron los 180.700, un 7% más que el año anterior. En Valencia los intentos de fraude ascendieron a 13.554 y en Alicante a 17.126.

El estudio dibuja un mapa aproximado del fraude, aunque se hace, eso sí, entre solo 41 de las aseguradoras en la asociación y que suponen el 53,1% de cuota del mercado por lo que los datos finales podrían aser mucho más altos. El informe concluye también que por cada euro invertido en investigar casos sospechosos, las empresas aseguradoras logran evitar el pago de 34,7euros en indemnizaciones indebidas.

EL COCHE GANA POR GOLEADA // La tendencia sigue siendo clara. Los fraudes crecen y los que más lo hacen son los hechos por cuantías bajas, donde se reclaman menos de 500 euros. Dicho de otra manera: hay un incremento de intentos de estafa no profesionales, a nivel particular. «Este tipo de engaños detectados muestra una senda creciente en los últimos cinco años y constituye en la actualidad un 37% de los fraudes», asegura el informe.

El ramo de autos continúa siendo el epicentro de los intentos de engaño. En Castellón el 36,2% de los fraudes se dieron en el seguro de automóviles. Es el más frecuente. De hecho, uno de los intentos de engaño más habituales es la ocultación de un daño o una lesión preexistente, el típico caso de un asegurado que tiene realmente un golpe, pero aprovecha éste para reclamar una indemnización por otros daños que ya sufría previos al accidente. Los fraudes en los llamados seguros multirriesgo (pólizas de hogar, comercio, comunidades...) suponen otra cuarta parte de los intentos de estafa detectados por las aseguradoras.

Y, ¿quién defrauda en la provincia? No todos siguen el mismo modus operandi y las aseguradoras señalan tres tipos: los profesionales, con estructuras organizada; los repetidores, que defraudan en una ocasión y ante el éxito intentan repetir; y los oportunistas, que han sufrido un siniestro por el que merecen compensación, pero lo exageran.