La asociación de hosteleros Ashocas, que preside Álvaro Amores, valora negativamente que la zona norte de la provincia de Castellón no haya pasado a la fase 2. «El argumento esgrimido por el presidente Ximo Puig, indicando que no ha solicitado el pase a fase 2 del norte de la Comunitat por mantener unido el territorio, no responde a criterios médicos ni sanitarios, los únicos relevantes en estos momentos», manifiestan desde el colectivo. Y comentan que en la provincia de Lleida conviven municipios en distintas fases y que la de Tarragona, ya en otra, toma ventaja y se sitúa «en una situación económica privilegiada frente al norte de Castellón, lo que competitivamente puede perjudicar al sector».

En esta línea, apuntan que «los restauradores de Morella, Vinaròs, Benicarló o Peñíscola, así como de otras localidades del norte provincial, están muy molestos con la decisión autonómica de no solicitar el cambio de fase» a las puertas del verano y de la campaña turística. «Los perjuicios económicos son muy relevantes y, sanitariamente, estas localidades están preparadas para seguir con su evolución», explican. Para Ashocas, «el ejecutivo valenciano, con su decisión, no ha tenido en cuenta las necesidades específicas de esta parte del territorio».