¿Cómo se prepara un instituto o un colegio ante el regreso a las aulas el próximo 7 de septiembre y con el escenario de una pandemia que no para? ¿Qué normas van a seguirse? ¿Qué medidas de seguridad e higiene se han planteado?

Lo explica Víctor Bagán, el director del IES Álvaro Falomir de Almassora, quien pone en valor la «elaboración de un nuevo plan de contingencia en el centro con la decisión de que las clases para el próximo curso sean 100% presenciales».

Bagán relata que el horario de entrada al centro «será flexible, para que el alumnado no se acumule en la entrada y vaya directamente a su aula respectiva, con las dos puertas del instituto abiertas, a las que podrá acceder cualquier joven; y se marcarán una serie de recorridos en los pasillos y en las respectivas clases que habrá que seguirlos».

Las aulas solo reunirán a 22-23 alumnos, «menos de la mitad de la ratio que teníamos hasta ahora, y con sillas y mesas separadas a metro y medio, también debidamente indicadas en el suelo», detalla el responsable del Alvaro Falomir. Por otra parte, también las zonas de atención al público «estarán protegidas» con cinta adhesiva y mamparas, para separar el personal administrativo de los usuarios del centro, «cuando vayan a hacer alguna gestión docente».

Un plan de contingencia que obliga a contar con dos grupos extras, con lo que «necesitamos más espacio para los 700 alumnos del instituto». Por ello, «convertimos en aulas la biblioteca, el aula de Música, la de usos múltiples y el laboratorio».

Pero, además, y para que puedan caber todos los alumnos del centro, «el Ayuntamiento nos ha cedido instalaciones que pertenecen al gimnasio de Boqueres para ubicar allí dos aulas». Con 700 alumnos, y pese a reconocer cierta «incertidumbre» ante el inicio de curso , «todo el mundo podrá ir a clase». Gracias , sobre todo «a los esfuerzos del equipo directivo del centro y del claustro de profesores que han hecho un trabajo encomiable estos días».

Transformación también por el covid-19 de la hora del recreo. «Los alumnos se comerán el bocadillo en clase y luego saldrán al patio para colocarse en compartimentos estancos, según los diversos niveles, teniendo en cuenta además que un aula prefabricada nos ha quitado espacio» , indica el titular del centro docente de Almassora.

Por supuesto, la mascarilla será obligatoria para todos los alumnos mientras estén en el centro. Unas mascarillas y geles hidroalcohólicos facilitados por la Conselleria de Educación.

Bagán apela a la responsabilidad de los alumnos para que a partir del día 7 cumplan todos los requisitos exigidos por el centro frente al contagio del covid-19», manifiesta el director, quien confía que «dentro de las dificultades el curso pueda comenzar con normalidad». H