Pese a lo que una primera impresión podría sugerir, establecer el puesto de trabajo en casa no es fácil. Son varios los peligros que acechan al teletrabajador: poca productividad, presencia de numerosas distracciones, no realizar una adecuada desconexión... Es por ello que se antoja necesario aplicar un sistema, una rutina, que haga que el rendimiento sea el mismo que en la modalidad presencial.

Así lo cree el psicólogo clínico Carlos Hidalgo, que establece tres normas básicas para teletrabajar con éxito: «Organización del trabajo, creando un espacio personalizado que favorezca la concentración; preparación personal, que se traduce en vestirse y descansar como si se fuera al lugar de trabajo; y cuidar la relación con los compañeros, hacer videollamadas, pues verles las caras hace sentirse más acompañado».

Y es que «en un principio todo parecen ventajas, pues existe un ahorro económico en el transporte y se puede conciliar mejor la vida familiar». Pero «el miedo al despido hace que el trabajador tenga

un exceso de conexión laboral costándole desconectar, por lo que las jornadas se alargan de manera generalizada. Y esto hace que el teletrabajo se pueda convertir en una fuente de ansiedad y estrés».

Mari Carmen Andreu, de la empresa Kastilgon de Castelló, dedicada a la distribución, trabaja desde casa desde el inicio del confinamiento. Y lo hace «encantada». «Al principio, hasta que me acostumbré, me costó un poco, pero ahora estoy muy bien. Me siento mucho más segura, ya que de esta manera no hay peligro de contagio».

Tampoco ha sufrido de un alargamiento de la jornada --«hago las mismas horas»-- y en los pocos casos en los que tiene que trabajar más de la cuenta, «ya no siento como antes la ansiedad por llegar a casa, porque ya estoy en ella».

Su marido, Jesús Sánchez, trabaja en el Centro de Coordinación de Emergencias de Castelló y también lo hace a distancia, pero solo en ocasiones. Al contrario que su mujer, «prefiero estar en mi puesto de trabajo por el contacto con los compañeros», explica, aunque «me gusta tener esta opción; como alternativa es perfecta».

Otra posibilidad si se quiere estar lejos de las distracciones domésticas es acudir a los numerosos espacios de coworking de la provincia, que permiten disfrutar de espacios concebidos para trabajar a distancia. «Se ha notado que la gente está viniendo más», explica Víctor Navarro, desde VN Castellón Trade Center. Las ventajas, señala, son apreciables: «Aquí te metes en una habitación y trabajas ocho horas seguidas. En tu casa vas a la nevera, tienes que ocuparte de los niños... menos productividad. No hay que confundir teletrabajar con trabajar desde casa».

Hay que recordar que esta modalidad se considerará de carácter regular y, por tanto, estará regulada por esta nueva ley, si alcanza al menos el 30% de la jornada o el porcentaje proporcional equivalente en función de la duración del contrato de trabajo, en un periodo de tres meses.