Más de 17 millones de euros es la cuantía económica que movilizan cada año las asociaciones de la ciudad de Castelló. Así lo revela un estudio elaborado entre la Concejalía de Participación Ciudadana y la fundación Horta Sud sobre la actividad que realizan las 832 entidades censadas en la capital de la Plana.

La radiografía permite conocer el impacto del tercer sector en la localidad y arroja datos como la generación de 3.800 empleos, repartidos prácticamente de forma similar entre a tiempo completo y parcial, así como la organización durante cada ejercicio de más de 5.500 actividades, incluyendo las periódicas y las puntuales, en las que participan una media de 126 personas en cada una.

«Hay una economía que no se está valorando, que es la que genera el tercer sector», señala el coordinador de la fundación, Julio Huerta, que añade que esta actividad «no solo genera recursos, sino que es una de las inversiones más rentables de la administración».

Y es que una de las conclusiones que pone de relieve el estudio es que las asociaciones multiplican por dos los fondos que les destinan las instituciones públicas y que, según Huerta, «llegan a triplicarse en el caso de otros municipios más pequeños y que, además, generan puestos de trabajo».

Mientras, el concejal del área, Francesc Mezquita, destacó en la presentación del informe que «el asociacionismo tiene que volver a recargarse para constituirse con todas las garantías como el corazón y motor de la ciudad».

La mayor parte de las entidades tienen un radio de acción local, aunque el 22% trasciende al ámbito comarcal y el 20% a escala autonómica, cifras superiores a lo habitual por la calificación de capital de provincia de la localidad, mientras que el 2% restante lo hace además a nivel nacional.

Especialización

Ahora bien, la especialización del tercer sector va en aumento y han pasado de la multifuncionalidad a tratar temas muy concretos. En Castelló, el ámbito de la cultura, el patrimonio y la lengua es el mayoritario, seguido de las entidades vecinales y las que se dedican a la asistencia social, lo que dibuja una estructura heterogénea.

Más del 5% de los 170.000 vecinos de Castelló, unas 8.900 personas, realiza tareas de voluntariado, un porcentaje lejano a la media española que señala la Plataforma del Voluntariado y que se sitúa en un 10,7%, pero todavía más alejado si cabe de los estudios a nivel europeo, que llegan a alcanzar una participación del 19,3%. De hecho, en lugares como Noruega el voluntariado supone hasta un 48% de la población.

Pese a todo, en la capital de la Plana se dedican más de 21.000 horas a la semana de forma desinteresada con el objetivo de mejorar la vida de las personas y del municipio. A nivel económico, según el presente estudio, si se cuantifica económicamente este tiempo supone más de 22 millones de euros anuales, que no aparecen valorados en ningún lugar hasta el momento actual.

El perfil concreto de la persona voluntaria está difuminado al darse un reparto bastante igualitario entre las diferentes franjas de edad y sexo. De hecho, la diferencia entre hombres y mujeres voluntarias se ha reducido drásticamente entre el 2018 y 2019, hasta el 59 y 41% actual.