A Víctor Prades estos días el teléfono le suena mucho más de la cuenta. El Sexenni está a la vuelta de la esquina y día sí y día también le llaman de todas partes para preguntar si alguno de los diez apartamentos que gestiona está libre del 15 y el 27 de agosto. «Lo tengo todo al completo. Morella en estas fechas estará a tope», explica este emprendedor de 28 años, gerente de Apartamentos Torrens, y que está al frente de las casas rurales Gasulla, en Chiva, y de una decenas de pisos turísticos en la capital de Els Ports. Y eso que la oferta de este tipo de alojamientos no para de crecer. Lo hace tanto que solo en Morella el número de pisos turísticos legales ha aumentado un 23% en el último año y medio, hasta los 69. No es el único caso. Vila-famés, Montanejos o Sant Mateu también viven un auténtico auge.

Que el boom del alquiler vacacional en la costa de Castellón empieza a expandirse por el interior es algo que demuestran los últimos datos que maneja la Agència Valenciana de Turisme (AVT), y que reflejan como el número de altas de viviendas turísticas no se da solo en los municipios del litoral. Lógicamente, Orpesa, Peñíscola y Alcossebre acaparan el grueso de las altas, pero hay localidades del interior que también viven un boom.

Uno de esos municipios es Vilafamés, que ya cuenta con 14 viviendas turísticas registradas, prácticamente el triple que a finales del 2016, cuando eran solo 5. De hecho, y siempre según datos de la AVT, en lo que va de año se han dado de alta 3 nuevas viviendas. Y a todos esos apartamentos hay que sumar las siete casas rurales con las que cuenta la localidad. La oferta crece y lo hace, básicamente, porque el turismo de interior vuelve a estar de moda. «El ejemplo de Vilafamés es impresionante, con un alza de turistas impresionante», cuenta Valentín Torner, responsable de la Oficina de Turismo, que asegura que ser uno de los pueblos más bonitos de España ha disparado las visitas.

Para quienes llevan años al frente de un hotel, un restaurante o una casa rural en el interior de la provincia, que cada vez se den de alta más alojamientos es positivo. «Que se hagan las cosas bien siempre es bueno y beneficia a todo el sector», argumenta Mari Carmen Escuder, presidenta de la Asociación de Empresarios Turísticos de Morella y Comarca (ASETMICO). «Los turistas buscan cada vez más garantías y este sector se está profesionalizando e innovando», cuenta.

El grueso de la oferta de apartamentos de alquiler vacacional en el interior se está registrando en Morella, Montanejos o Sant Mateu, aunque también destacan otros destinos como Vilafranca del Cid Navajas, Llucena o Vistabella. ¿Las causas? «El incremento del turismo del interior, la escasez de alojamientos reglados y también el hecho de que hasta ahora ha sido relativamente fácil darse de alta en el registro de Turisme», describe Víctor Prades, uno de los emprendedores del interior que está apostando claramente por este sector.

CADA VEZ MÁS VISITANTES

Que el interior vuelve a estar en el punto de mira de los turistas que eligen Castellón para pasar sus vacaciones o hacer una escapada es algo que demuestran los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE). El año pasado, 57.498 personas se alojaron en alguna de las casas rurales de la provincia (en la estadística no están los alojamientos en pisos turísticos), casi 10.000 más que durante el 2016, cuando fueron 47.697. Y este años las perspectivas que maneja el sector apuntan a un nuevo incremento.

Cada vez más más particulares del interior de Castellón dan de alta sus apartamentos para explotarlos turísticamente, pero las cifras están a años luz de lo que sucede en la costa, que acapara el grueso de las altas. Y un ejemplo es Orpesa. Del 1 de enero al 12 de julio de este año, en esta localidad se han regularizado 1.114 pisos turísticos y la oferta total ya alcanza las 4.522 viviendas. En Peñíscola, el número de nuevas altas ha ascendido a 470 (ya son 3.792 los pisos regularizados), mientras que en Alcossebre la cifra llega a 258 (2.623 pisos turísticos). En total, y siempre según los datos de Turisme, en Castellón ya son 14.600 los pisos de alquiler vacacional que se ofertan de manera legal. Hace tan solo año y medio la cifra era mucho menor: 11.353. O dicho de otra manera: un alza del 28%.