Los autobuses lanzadera que pondrá Renfe a disposición de los viajeros a partir del próximo martes, día 29, para contrarrestar la afección de las obras del tercer carril al servicio de Cercanías entre Valencia y Castellón --que retoman su ritmo habitual el lunes tras el parón de Fallas y Semana Santa-- sumarán, “como mínimo”, 2.500 plazas extraordinarias a las de los convoyes en tren.

Son fuentes del operador ferroviario las que señalan que serán al menos estas plazas, ya que las 10 lanzaderas por sentido (entendidas como viajes o expediciones) contarán con un mínimo de dos autobuses, lo que arroja una circulación de al menos 40 autobuses en total (20 por sentido), cada uno con unas 60 plazas.

Pero desde la compañía ferroviaria también quieren destacar que, en caso de ser necesario, habrá más autobuses. “De lo que se trata es de que nadie que quiera utilizar el autobús se quede en tierra”, señalan las fuentes.

tres franjas horarias // Y es que, como ya se dijo, los convoyes por carretera se dividirán entre tres franjas horarias para dar el mejor servicio en los momentos en que la demanda de los usuarios es mayor: a primera hora, mediodía y tarde-noche. El objetivo, al sumar los autobuses a los 23 trenes que circularán por sentido, es “tratar de recuperar las frecuencias en hora punta que se hemos perdido”, indican las fuentes de la propia Renfe.

Es más, los autobuses circularán de lunes a viernes, debido precisamente a que es cuando hay una demanda mayor.

De esta manera, entre autobuses y trenes, entre semana habrá 33 viajes por sentido, tan solo siete menos que los 40 Cercanías que ahora mismo (debido al parón en las obras) están circulando entre Valencia y Castellón. Esto “permitirá disponer en hora punta de una frecuencia de servicio similar a la que existía antes de las obras de implantación del tercer carril” en el corredor mediterráneo, señalan desde Renfe. H