El mantra de adecuar las cotizaciones sociales a los ingresos reales y, siempre que se pueda, elevar las aportaciones para disponer en el futuro de una mejor pensión de jubilación sigue sin calar entre los autónomos de Castellón, un colectivo que es el farolillo rojo de las prestaciones por jubilación. Pese a las recomendaciones de los expertos y pese a que el profesional conoce de sobra cuáles serán las consecuencias futuras de una baja cotización, quienes en la provincia aportan lo mínimo que exige la ley continúan batiendo récords. Como también lo hace la brecha entre la jubilación media de un trabajador por cuenta ajena y la de un autónomo. Nada que ver.

De los 22.735 autónomos propiamente dichos con los que cuenta Castellón, 19.705 cotizan por la base mínima, el 86,6%, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Eso significa que solo el 13,3% de estos profesionales tiene una base superior, lo que en un futuro les dará derecho a una pensión más alta. Y aunque podría parecer que los mensajes apelando a un incremento en las cotizaciones han dado sus frutos, en Castellón esas recomendaciones continúan sin calar. Un ejemplo: hace una década, en el 2008, el porcentaje de autónomos que cotizaban por una base superior a la mínima era algo más alto que ahora, el 16%. Y la mayoría (más del 70%) asegura que aporta lo mínimo porque sus ingresos no le dan para pagar más.

283 EUROS AL MES

Pero, ¿cómo funciona el sistema de cotización de los autónomos? Los trabajadores de menos de 47 años pueden elegir su base cotización entre la mínima (este 2019 está fijada en 944,40) y la máxima (4.070 euros). Quienes sean mayores de esa edad tienen que elegir una base comprendida entre los 1.018,5 euros y los 2.077,8. En la práctica eso significa que un autónomo que cotice por la mínima paga cada mes a la Seguridad Social 283 euros al mes, mientras que uno que lo hace por la cuota máxima abona un total de 1.220.

En Castellón, los que pagan 283,32 euros al mes son 19.705 profesionales por cuenta propia. Otros 1.347 abonan hasta 424 euros mensuales; 710, hasta 566 euros; 818, hasta 849 euros; y, por último, 155 trabajadores cotizan por la máxima, lo que supone un pago de hasta 1.221 euros.

Pero lo peor llega después, en el momento del retiro y lo hace porque la inmensa mayoría de los profesionales por cuenta propia se jubila con una pensión muy baja. De hecho, los 19.567 autónomos de Castellón que están ya retirados del mercado laboral reciben una paga media de 748,24 euros al mes, según los últimos datos de la Seguridad Social actualizados al cierre de febrero. Una cantidad que ni siquiera llega al salario mínimo interprofesional (900 euros) y es mucho más baja que la que perciben los 57.032 jubilados del régimen general, cuya paga media asciende a 1.103. ¿Conclusión? La brecha entre unos y otros asciende a 355 euros al mes. O dicho de otra manera: esos ingresos medios, multiplicados por 14 pagas anuales, dan como resultado una diferencia de casi 5.000 euros.

Hay más números que demuestran la insuficiencia económica en la que caen muchos trabajadores por cuenta propia cuando llega la hora de retirarse. Aunque el porcentaje de revalorización es el mismo para todos, estén en el régimen general o en el RETA, la brecha en las pensiones de jubilación resulta cada vez mayor. Hace diez años, las diferencias entre unos y otros eran algo menores, de 302 euros al mes. Ahora ya superan los 350 euros.

OTRA REFORMA DEL SISTEMA

Lo que sí parece claro es que al actual sistema de cotizaciones de los autónomos le queda muy poco tiempo. El Gobierno ha anunciado que, antes de las elecciones del próximo 28 de abril, constituirá el Consejo General del Trabajo Autónomo. El objetivo de esta mesa sectorial será la negociación de la cotización por ingresos reales, una de las promesas del Ejecutivo de Pedro Sánchez y que, en teoría, tiene que entrar en vigor en el 2020.

Las cotizaciones sociales según los ingresos reales es una media largamente reivindicada por las principales organizaciones de autónomos, desde ATA a UPTA, que insisten en que este sistema, una vez implantado, beneficiará sobre todo a los profesionales con los ingresos más bajos.