Los expertos creen que la primera eclosión seria de mosquitos podría producirse en Castellón entre finales de abril y principios de mayo, en especial si se da algún episodio de lluvias, habitual en primavera. «Aunque las temperaturas diurnas actuales son anormalmente altas para los meses de invierno, por la noche refresca y ello impide una reproducción masiva de las larvas, aunque ya sabemos de casos puntuales de picaduras», explica el director técnico de la empresa Stop Plagas, Mauricio Folques.

Por su parte, el diputado de Medio Ambiente, Mario García, indica que a partir de abril el nivel del agua de la marjal comienza a crecer, lo que favorece la aparición de estos molestos insectos.

Ante esta situación, municipios como Xilxes o Almassora ya realizan estos días los primeros tratamientos. También la Diputación de Castellón avanzará la licitación de su plan provincial contra los mosquitos, gracias al cual se realizarán fumigaciones en las zonas de marjaleria, periurbanas y áreas fluviales. «Las actuaciones del gobierno provincial llegarán donde los ayuntamientos no puedan hacerlo para ganar en eficacia», destaca García. «Esas zonas sensibles son estratégicas para poder paliar el efecto de las plagas, y al haber agilizado la licitación del contrato podremos llegar a tiempo de minimizar el efecto de los mosquitos cuando llegue más calor», añade el diputado. El plan está dotado con más de un millón de euros.