El corredor mediterráneo sigue siendo una lista de buenos deseos al sur de Tarragona, según confirma el último chequeo semestral realizado por la Asociación valenciana de empresarios (AVE) y presentado ayer en Elx. Encabeza la lista de cuestiones pendientes las «obras interminables y un cuello de botella de otro siglo» de la variante de Vandellós que, no obstante, se pondrá en funcionamiento el próximo mes de enero, tras varias décadas en planificación y obras. Solamente se ha puesto en marcha el tramo entre Granada y Antequera.

En el tramo Vandellós-Tarragona, que bautizan como «una plataforma ibérica para tráfico mixto», AVE refleja el compromiso del Ministerio de Fomento de «convertir la doble vía actual de ancho ibérico (1,668 m.) al ancho europeo (1,435 m.) para 2021». Aunque los empresarios no renuncian a la reivindicación de una «nueva plataforma de ancho europeo y alta velocidad, que actualmente no está proyectada».

El chequeo semestral recurre a la fina ironía para encabezar la ficha del tramo Castelló-València con el titular: «Experimentando el tercer carril», la solución barata que impulsó Ana Pastor para compatibilizar los dos tipos de ancho entre ambas ciudades pero que ha reducido la velocidad del trayecto a 160 km/h. AVE reclama para este tramo la conversión al ancho internacional de todo el tramo para 2025.

La red arterial ferroviaria de València se identifica como «el cul de sac, el cuello de botella y la obra sin fin» por las actuaciones pendientes del canal de acceso, el eje pasante y la Estación Central de València. Los dos últimos proyectos se reiniciaron en 2017 con la licitación de dos nuevos estudios informativos que deberán publicarse en 2020.

El tramo entre Xàtiva y València es para los empresarios un «AVE y tercer carril de mercancías a punto de caramelo» ya que sólo falta la señalización de este tramo (en obras desde 2002 y con la plataforma ya ejecutada), aunque el compromiso de Fomento es ponerlo en marcha en 2022. Una actuación que no se podrá poner en servicio hasta que no se «desate el nudo que vertebre norte y sur», en palabras de los técnicos de AVE, en referencia al conocido como Nudo de la Encina (cruce de caminos ferroviarios entre València, Alicante y Albacete) que, no obstante, no se pondrá en marcha hasta 2022, según las previsiones de Fomento.

En el trayecto de La Encina a Alicante y Murcia conviven dos tipos de vías: la de alta velocidad procedente de Madrid hasta Alicante y la vía única en ancho ibérico hasta Murcia que no desaparecerá hasta 2020, que es la fecha prevista para la llegada del AVE a la región murciana. Fomento aún tiene «en estudio» la conexión del AVE con el aeropuerto internacional de l’Altet.

La situación a partir de Murcia los técnicos de AVE la definen como «la isla ferroviaria». Están adjudicadas todas las obras Murcia-Almería excepto dos tramos, aunque aún no se han iniciado las obras que Fomento se comprometió a finalizar en 2023. Los tramos entre Almería y Granada son conexiones obsoletas.