En Madrid a las 9 de la mañana. Esta es la gran ventaja que presenta la nueva conexión en AVE de la provincia y de la que desde ayer es posible disfrutar. Al menos así lo destaca la gran mayoría de los 94 pasajeros (94 adultos y dos niños) que a las 6.15 horas partían desde la estación de Castellón con destino a la capital de España.

El total de viajeros que subieron a este tren en esta primera jornada fue de 446, sin contar las paradas intermedias, como València o Cuenca. Esta cifra supone multiplicar por siete la demanda media diaria que existía hasta ahora en esa misma conexión punto a punto, que era de 60 viajeros diarios, según señalaron desde Renfe.

Es un viaje «cómodo» y «práctico», como resalta, por ejemplo, José, ingeniero de Castellón y que se desplaza habitualmente a Madrid debido a sus compromisos laborales. Pero un viaje también lleno de contrastes. Los hay entre la velocidad en el trayecto València-Castellón, con picos máximos de 160 ó 170 kilómetros por hora; y entre la capital autonómica y Madrid, donde el AVE circula como en el resto de la geografía estatal, a 300 por hora.

CONFORTABILIDAD //

También contrastes de temperatura. Los excepcionales (por lo inusual) 14 grados de las seis de la mañana de Castellón no tenían nada que ver con la escarcha que recibió a los viajeros en la capital de España en esta época del año. Y eso que este invierno tampoco está siendo muy riguroso en la ciudad del oso y el madroño.

Precisamente, estas bondades climatológicas de la provincia es lo que creen la mayoría de los usuarios del AVE que pueden reportar más viajeros a la línea. Fundamentalmente «por gente que venga a Castellón de turismo», resalta Jofel, de Nules, y también ingeniero. Ayer, en el primer viaje comercial, en sentido contrario, la mayoría de los usuarios se desplazaban por negocios. Los había que volvían a Madrid tras atender sus obligaciones en la provincia, como Francisco y Estela, empresarios; aunque la mayoría viajaron desde Castellón para realizar diversas reuniones en la capital estatal. Ana, empresaria de educación castellonense, así lo hizo y destaca que la nueva línea le permite viajar también en sábado, algo que el Alvia no realizaba; o Alfredo, podólogo también de Castellón, quien destaca la comodidad y «el ahorro de tiempo» que comporta respecto al coche.

Ellos forman parte de la nómina de viajeros que subió al servicio en la estación castellonense, que ayer fue numerosa. Aunque cuando de verdad se llenó el tren fue en València. Todos sufrieron un ligero retraso, de unos ocho minutos, debido a incidencias en el acceso a la estación madrileña de Puerta de Atocha. El tren tardó así 2 horas y 44 minutos en un viaje que no paró en Cuenca.

Entre los que subieron en València estaba el exconseller de Economía Máximo Buch, quien se desplazó a Madrid por negocios y «más tranquilo que antes».

Buch alaba las bondades de la nueva línea, aunque también los hay quienes la consideran un «gasto inútil». Así piensa el óptico de Burriana Juan Ramón Roig, quien cree que la conexión Madrid-Castellón no va a ser «demasiado útil». «Creo que es un gasto que se podría haber ahorrado», dice. La plena utilidad, apunta su compañero de viaje Alfredo, llegará «cuando se complete el corredor mediterráneo», explica.

El primer día de explotación comercial del nuevo AVE, que cuenta con una promoción inicial de 25 € para el trayecto, culminó sin trasbordos y sin la necesidad de cambiadores de ancho de vía.