L’Acadèmia de la Llengua Valenciana (AVL) se vio ayer abocada a reabrir, prácticamente desde cero, el proceso para elegir a su futuro presidente al comprobar que ninguno de los dos miembros que aspiraban al cargo lograba la mayoría necesaria en la votación realizada ayer durante el pleno de la entidad, celebrado en el monasterio de Sant Miquel dels Reis, en Valencia.

Los dos candidatos a la presidencia --Ramon Ferrer, de Vila-real, y Josep Palomero, de Burriana-- se quedaron en puertas de conseguir el mínimo de apoyos necesarios que establece el reglamento electoral, fijado en 11 de los 20 miembros de la institución normativa. Después de las preceptivas tres votaciones consecutivas que marca la norma, se dio por cerrado este primer intento, con lo que se abrió un nuevo proceso que requerirá la convocatoria de un pleno que, previsiblemente, pueda desarrollarse a finales del mes de enero, según fuentes de la Acadèmia.

LOS CANDIDATOS, SATISFECHOS // Entretanto, Ramon Ferrer, que aspiraba a la reelección, se mantendrá a lo largo de este tiempo al frente de la actual junta de gobierno en funciones.

El académico vila-realense señaló tras la sesión de ayer que estas votaciones «demuestran que los dos candidatos somos buenos», pero descartó que esta situación de interinidad pueda afectar, de alguna manera a la institución, «ya que las grandes obras ya están hechas», señaló el académico de la Llengua.

Por otra parte, Josep Palomero se refirió a las bondades del proceso democrático. El académico burrianense, que en la tercera y última votación recibió un voto más que su compañero, se mostró dispuesto a volver a presentarse a la próxima convocatoria, con el fin de «mejorar la organización interna y trabajar en su proyección exterior, dentro de un proyecto renovador de la Acadèmia», según expuso ayer nada más acabar el pleno.