Las ayudas de minimis que el Consell prometió para paliar en parte las pérdidas sufridas por los agricultores de la Comunitat están en el aire, a la espera de que el gobierno autonómico saque adelante el plan de ajuste con el que debe paliar el déficit de ingresos procedentes del Estado.

Así lo reconoció el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, que aseguró que la tramitación de la modificación presupuestaria necesaria para hacer realidad esta partida de ocho millones de euros «está en curso», pero añadió que la situación financiera de la Generalitat es «complicada». Las organizaciones agrarias temen que estas ayudas, pensadas para paliar la situación de aquellos profesionales del campo que sufrieron la caída de precios o que ni siquiera recogieron su cosecha la campaña anterior, pueden verse afectadas por ese recorte del gasto que en la actualidad trabajan las distintas conselleries con el titular de Hacienda, Vicent Soler.

Rodríguez Mulero pidió comprensión ante la compleja situación política. «No hay Gobierno en España, tampoco presupuesto, y la Comunitat tiene un grave problema de infrafinanciación», afirmó. No obstante, no dio totalmente por perdida esta partida de apoyo a agricultores y se mostró partidario de «dedicar esfuerzos» a proteger el sector.

Los sindicatos agrarios más representativos de Castellón (La Unió y Fepac Asaja) ya criticaron antes del verano que las ayudas de minimis llegaban tarde, pues la campaña que arranca ahora se acercaba sin que ese dinero llegara a unos agricultores que necesitaban capitalizarse para afrontar con garantías el nuevo ejercicio. La Generalitat se excusó recordando la complejidad de unas ayudas que mal planteadas pueden afectar a la libre competencia.