La nueva ley de infancia y adolescencia establece que las ayudas destinadas a menores no se podrán embargar. «Esto evita que los niños se vean excluidos de las ayudas a las que tienen derecho porque sus familias tengan deudas o incumplimientos que les impidan o dificulten acceder a las mismas», explicó ayer la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, quien presentó la nueva normativa autonómica.

Oltra destacó que dicho reglamento otorga a los menores la consideración de ciudadanos «de pleno derecho» e impulsa su participación en la vida pública y la promoción de sus derechos.

Otro de los puntos destacados es el que hace referencia a la eliminación del límite de edad para que se escuche la opinión de los niños antes de dar el consentimiento informado en los tratamientos médicos. También fija la obligación de los progenitores a escuchar y respetar sus opiniones «en referencia a la libertad de ideología, conciencia o religión». En la práctica, por ejemplo, este principio se aplicará a los tratamientos de cambio de sexo, que ya se reconocen en la ley trans.

opinión // Asimismo, se reconoce el derecho a la identidad y a la expresión de género y en la esfera pública se garantiza que las administraciones tendrán que consultar la opinión de la infancia y la adolescencia en aspectos que les afecten, como las políticas de ocio educativo o el diseño urbano de los municipios, adaptando las consultas públicas para que puedan también participar.