El Ayuntamiento estudiará «una por una» las calles del centro susceptibles de convertirse en semipeatonales. Y lo hará en un plazo de uno a tres años. Lo reconoce el concejal de Movilidad, Rafa Simó, dado que el Plan de acción contra el ruido de la ciudad contempla en uno de sus apartados el «cierre del casco urbano» con «más calles peatonales» entre las medidas a llevar a cabo a corto plazo. A este respecto, Simó señala que la semipeatonalización de la mayoría de los viales del centro ya se considera como cierre, dado que impedir el paso total del tráfico «no se puede» por la existencia «del Mercat Central y del párking de Santa Clara».

Así las cosas, el consistorio pretende «reducir el tráfico» en esta zona y en otras muchas de la ciudad (así sucederá, por ejemplo, con la supermanzana anunciada para el barrio de Maestría). Y, para concretar las calles en que se podría llevar a cabo, Simó señala que se debe esperar a la actualización del mapa acústico de la ciudad. A falta de sus resultados, viales como «la avenida Rey don Jaime o los perpendiculares a Ruiz Zorrilla» (por donde de hecho apenas pasan coches debido a que el TRAM ha cortado esta calle) entran en las posibilidades.

El plan de acción contra el ruido, que ayer la junta de gobierno aprobó que salga a exposición pública durante un mes, también recoge otras medidas genéricas para reducir los índices de sonoridad. La mayoría van a aminorar el impacto del tráfico a motor, el principal generador de ruido y que se ha convertido «en un problemón», destaca Simó.

De esta manera, hay actuaciones específicas en esta materia, como la instalación de pantallas acústicas, pero también sobre la sensibilización de los conductores. También se actuará en otras áreas, como las terrazas, donde se prevé fijar un número máximo de mesas y sillas.