El Ayuntamiento de Castellón condiciona su decisión respecto a la Cruz de los Caídos del parque Ribalta a los informes que tienen que elaborar al respecto distintos organismos. Solo cuando tengan los resultados de estos informes sobre la mesa, tomarán una decisión, según explicaron ayer fuentes municipales a este periódico.

La plataforma Amigos del Ribalta se decantó, con el 86% de los votos, por eliminar este símbolo y recuperar el espacio que ocupa en el parque cumpliendo la ley de la memoria histórica.

Lo hizo en una asamblea convocada el pasado martes con el futuro del monumento como único punto del orden del día. Dejaron patente así su opinión, a petición de la Comisión de Expertos para la Valoración de la Retirada de Vestigios de la Guerra Civil y la Dictadura y de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica.

La mayoría de los asistentes a la reunión votó por la retirada del monumento, pero tenían otras opciones. Una era la conservación del monumento, con una adaptación a la nueva situación social «y un texto explicativo y claro de su origen y significado fascista en nuestra historia». También se plantó el traslado al cementerio con la misma transformación del punto anterior, siempre cumpliendo con arreglo a la ley de memoria histórica.

EL RECORRIDO // Tras el pronunciamiento de la plataforma ciudadana, ahora la comisión de memoria histórica de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) tiene que elaborar un documento que valore esta petición. También tiene que emitir un informe la Conselleria de Justicia, referente al cumplimiento de la ley de memoria histórica.

Y otro la Conselleria de Cultura, ya que en caso de que se tuviera en cuenta la decisión final de Amigos del Ribalta y se aprobara la retirada de la cruz, afectaría al parque Ribalta en su conjunto, que tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC).